En la UNA hacen “malabares” para dar continuidad a nuevas carreras
- El principal déficit es el presupuesto para rubros docentes de especialidades consideradas del futuro, tales como Logística y Gestión del Transporte y Física Médica.
- Además, requieren fondos para equipar laboratorios.
El presupuesto de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) se desinfla cada año de la mano del Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Hacienda. En tanto, la Facultad de Politécnica y la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) reportan un exponencial “crecimiento vegetativo”. Ante las nuevas ofertas académicas, sus autoridades deben ingeniarse para no interrumpir el desarrollo de las flamantes disciplinas.
Politécnica cuenta con tres especialidades, consideradas carreras del futuro: Ingeniería Aeronáutica, Ingeniería en Ciencias de los Materiales e Ingeniería en Energía.
En el caso de Facen, según el decano Nicolás Guefos, arrastran un déficit de por lo menos de 90 rubros docentes al año con las cuatro carreras creadas hace unos años: Logística y Gestión del Transporte, Física Médica, Estadística y Tecnología de Producción, ambas en la modalidad a distancia.
“La Facen tiene un déficit de 80 a 96 rubros docentes que deberíamos tener para seguir atendiendo el crecimiento de las nuevas carreras presenciales y de las semipresenciales”, manifestó.
Con ironía cuenta cómo hacen para sobrellevar las carencias. “Una parte le puedo contar y la otra ‘secreto profesional’, dice el mago”, lanza.
“Les pedimos a los docentes que cobren la mitad y hagan el doble del trabajo; tenemos docentes ad honorem y una serie de medidas que intentamos que afecten lo menos posible a la calidad académica”, refiere al añadir: “Tenemos que reconocer que recurrimos a malabares para llevar adelante. Lo que no puedo hacer, y me resisto, es decirle a los chicos que este semestre no se va a abrir tu carrera porque el Parlamento o el Poder Ejecutivo vetó el presupuesto”.
Infraestructura. Teodoro Salas, decano de Politécnica, dice que analizan “cómo compartir” instalaciones con otras unidades académicas vecinas, ante la necesidad de espacio.
“Tenemos serios inconvenientes con las aulas; necesitamos equipar también los laboratorios y crear infraestructura”, apunta.
Este año tendrán la primera generación de graduados de Aeronáutica y Ciencia de los Materiales. En tanto que es el segundo año de Energía, “cuando se estarán marcando las políticas energéticas del país”, resalta.
Para montar un buen laboratorio -comenta- se precisan de “instrumentales específicos” y costosos.
“Estudiamos los materiales que hay en el país, ya que muchos metales no están explotados; los nuevos materiales que se tienen que desarrollar para mejorar estructuras: construcción, aeronáutica, de vehículos. Inclusive de ciencias biológicas, ya que hoy se desarrollan materiales alternativos que reemplazan a huesos y articulaciones”, enumera a modo de dimensionar el alcance de esas carreras.
A pulmón. Al igual que Facen, se manejan con fondos propios. “Al final, el profesor que enseña es por el fanatismo de enseñar”, postula Salas.
A él le da, al parecer, hasta un poco de vergüenza hablar de cuánto pagan por las cátedras dictadas por doctores que vienen del exterior.
“Es un monto simbólico que ni siquiera quiero contar; menos de un millón (de guaraníes) es”, revela al contraponer que un especialista así debería percibir, por lo bajo, G. 2.000.000 por cátedra.
“En Ingeniería Aeronáutica tenemos al profesor Jorge Kurita que vino de Estados Unidos, al Dr. Lavrado, de Brasil, más otros que vienen a colaborar. Son gente de primera, que sueñan un Paraguay mejor”, menciona al precisar que son paraguayos y extranjeros.
Sin ir más lejos, el viernes pasado presentaron los resultados del globo sonda –el primero lanzado desde el país al espacio exterior– y que fue creado en dicha cátedra.
“Vamos a seguir apechugando, pero después vamos a ver qué hacer porque no podemos seguir así. Esto exige infraestructura adecuada y tenemos que avanzar en esto”, remata el ingeniero.