El fútbol ovetense en pleno proceso involutivo
- No en vano, tras haber militado por unos cuatro años en la categoría Intermedia, desde 2019, el Ovetense Fútbol Club (OFC), tras descender, hoy por hoy, antes que volver a ese sitial de “privilegio” pelea por no caer más estrepitosamente a una tercera o quizá incluso, cuarta categoría, el motivo; su pésima y fracasada gestión dirigencial.
Por Néstor Castillo
@NestorcastCOV
Que tiene nombre y apellido, Rodrigo Ávalos, presidente del OFC y a su vez, de la Liga Ovetense, entidad decana y matriz del balompié de Coronel Oviedo, quien antes que lograr unificar, fortalecer y jerarquizar este deporte en la ciudad, lo lleva por un franco proceso de retroceso, sumado al alejamiento (que él mismo propicia) de nuevas figuras dirigenciales, hombres y/o mujeres quiénes desde una visión más aperturista, ambiciosa y hasta modernista, bien podrían contribuir en encarrilar el “deporte rey” hacia la senda de las glorias y permita codearse a nivel de campeonatos de mayor de categoría.
No es desconocido el decadente nivel del campeonato de la capital del Trabajo de los últimos años, motivado tal vez por la pandemia, la recesión económica, los fracaso dirigenciales o algún factor determinante. Sin embargo, ello no implica tener que desconocer la enorme capacidad de gestión y liderazgo de los clubes que disputan los torneos de liga, que precisamente hoy tiene a los equipos de Blas Garay y 8 de Diciembre, disputándose el campeonato.
La nota resaltante y negativa, penosamento es la absoluta falta de empatía, madurez y sentido de liderazgo del presidente Ávalos, quien aduce un supuesto desacuerdo entre los clubes finalistas, en no poder fijar el escenario de juego para la disputa de los partidos por el campeonato, por ello, cumpliendo “estrictamente” la homologación del certamen futbolero, no hallo otra mejor alternativa que llevar la definición al estadio Ovetenses Unidos.
El otrora estadio de Coronel Oviedo, venido a pique precisamente bajo la gestión dirigencial de Rodrigo Ávalos como presidente, cayó a un nivel de deterioro edilicio y de césped de juego que, hoy se halla al borde de la ruina, pareciéndose más a un potrero antes que a un estadio de fútbol, y las imágenes de televisión son elocuentes con ello. Es más, el oportunismo político coyuntural hizo que, Silvio “Beto” Ovelar, senador nacional, en su momento haya prometido el oro y el moro, para la refacción y modernización de este estadio.
Las obras fueron adjudicadas en 2020, debido haber concluido en junio de 2021, sin embargo, a año y medio de la fecha de entrega, hoy se encuentra abandonado, entre escombros, cascotes, varillas de hierro, y el césped con profundos cráteres, pozos e inservible para la práctica del deporte pero, a pesar de todo ello, Rodrigo Ávalos, programó la final del campeonato, para ese escenario.
Se sucedieron varios hechos llamativos cuánto menos durante la semana, desde el repudio del propio impulsor de la obras, “Beto” Ovelar por las irregularidades y casi dilapidadación de los G. 2.500 millones destinados para las refacciones, hasta tener que sugerir el cambio de escenario de juego, con esto último al menos, estamos plenamente de acuerdo.
Por suerte, la final programada para este domingo 29 de mayo, por ahora queda pospuesto, luego de las últimas lluvias, lo que agudizó y evidenció aún más, el estado de inutilidad del Ovetenses Unidos, postergando el partido de ida para el martes 31 de mayo, empero, sigue persistiendo como local de disputa, la misma sede.
Toda esta maraña de decisiones absurdas, ridículas e infantiles ha generado la reacción generalizada de la afición futbolera ovetense, la reprobación es casi unánime a tener que jugarse un encuentro de fútbol en ese escenario, dirigentes de los clubes finalistas, directores técnicos, jugadores e hinchas expresan su desacuerdo, pero tampoco mucho han hecho para revertir esta situación, ciegamente acatan la “orden superior” del desorientado presidente Rodrigo Ávalos, quien se empecina en su necedad y terquedad, exponiendo a todos quienes por algún motivo, finalmente pudieran considerar acudir hasta el estadio para vivir las finales.
La postergación del primer partido final, ojalá ayude a reflexionar mejor nuestra realidad a los dirigentes y especialmente a Rodrigo Ávalos, a quién quizá podría iluminársele “el coco” durante el fin de semana y vea la luz, entendiendo finalmente que, cualquier situación irregular que podría acontecer en el Ovetenses Unidos, sería de su única responsabilidad, al no garantizar las condiciones, para ninguna de las partes.
Y aquí es donde, debo dar la razón a mucha gente que, habitualmente resume el análisis de los acontecimientos deportivos y la realidad del fútbol de Coronel Oviedo, en una sencilla y contundente frase; “por algo estamos, como estamos”, y ese algo es alguien, con nombre y apellido, Rodrigo Ávalos, tristemente célebre presidente de la Liga Ovetense de Fútbol, que a día de hoy a casi tres años de su fracaso y descenso, aún no ha aprendido la lección.