El desamparo ciudadano hecho grito de hartazgo

• ¿Quién no se sintió identificado con Aníbal Rojas? Cerrando la semana, tras el acto protocolar del presidente Mario Abdo, donde hizo entrega de mejoras al Hospital Regional de Coronel Oviedo y mientras Nicanor Duarte Frutos se jactaba de la transformación en materia sanitaria que van posibilitando experimentar en el Paraguay, gracias a su “gestión” de gobierno, la noticia fue, la intervención del afligido padre de familia.

Por Néstor Castillo
@NestorcastCOV

El joven padre ovetense, el pasado 2 de febrero perdió a su hijo Axel, de apenas año y medio de vida, como consecuencia de la Atrofia Muscular Espinal (AME), enfermedad para el cual, el pueblo paraguayo se halla absolutamente desamparado, sumado a las complicaciones degenerativas del sistema inmunológico propios de este padecimiento más la falta de camas de terapia intensiva pediátrica, hicieron inevitable el deceso de tan inocente vida.

Axel, al igual que Bianca, el sonado caso que unió en solidaridad a todo el país entre 2020 y 2021, precisaba de la aplicación del fármaco zolgensma, cuyo valor es de USD 2.2 millones, recurso económico inaccesible para cualquier familia “promedio” del Paraguay, peor aún, droga que, actualmente no se halla reconocida ni autorizada para su uso clínico en el país, por inentendibles burocracias, propias de un paquidérmico e indolente Estado.

Ante este triste panorama, dado el desenlace trágico para tan efímera vida, la de Axel, su padre Aníbal, se armó de coraje y valor e interrumpiendo la perorata nicanorista, le “cantó sus verdades” a las autoridades políticas presentes en el acto, casi hasta partidario electoralista colorado, convirtiéndose así en portavoz de cientos de miles, quedamos cortos, millones de paraguayos.

Con la meridiana claridad, en medio del dolor y la congoja por la reciente pérdida, Rojas desnudó la total orfandad en la que tienen sumidos los políticos al pueblo paraguayo, sin garantías para tratamientos médicos especializados, ante enfermedades complejas que hoy, requieren de políticas gubernamentales responsables, comprometidas y por qué no, hasta patrióticos.

Al año, unos cinco niños son diagnosticados con AME en el Paraguay, cantidad de presupuestariamente hablando, no representa una erogación económica considerable para la hacienda pública, sin embargo, la respuesta de siempre, ya se la imaginan: no hay presupuesto.

Anibal Rojas fue la voz, es la voz, de cientos de miles de paraguayos quienes ante la indiferencia gubernamental ponen pecho a lo que se venga, seguros de que la solidaridad ciudadana siempre hará posible salir adelante, empero, ello no implica de debamos seguir soportando estóicos o resignados los vejámenes cometidos por la clase política nacional.

Esta voz popular que afortunadamente se va elevando, quebrando y gritando en sus narices a los políticos la falta de acción en favor de la población, difícilmente podrá contenerse con simples discurso, es tiempo que todos, desde Mario Abdo, el ministro Julio Borba y el resto de nuestros representantes: intendentes, gobernadores, concejales, diputados, senadores y la lista inacabable de chupasangres del presupuesto, asuman que, el país está al borde de un estallido, que deben contenerlo, antes que sea muy tarde.