Educación no garantiza igualdad de ingresos
- A pesar de que las mujeres paraguayas tienen un nivel educativo levemente superior al de los hombres, sus ingresos laborales siguen siendo significativamente menores. Datos del INE revelan que la educación no garantiza igualdad salarial en el país.
- La brecha salarial de género en nuestro país persiste, en 2024 las mujeres ganaron en promedio G. 716.000 menos que los hombres, a pesar de contar con más años de estudio especialmente en zonas urbanas.
- Aunque la educación es una herramienta clave para acceder a mejores ingresos, e nuestro país no siempre se traduce en oportunidades laborales equitativas, particularmente para las mujeres, quienes siguen enfrentando obstáculos en el mercado laboral.

Aunque el nivel educativo demostró ser un factor clave para mejorar los ingresos laborales en nuestro país, nuevas cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) revelan que esta relación no se refleja de manera equitativa entre hombres y mujeres, ni entre diferentes tipos de ocupaciones.
Según los datos correspondientes al año 2024, el ingreso mensual promedio general en nuestro país fue de G. 3.045.000. Sin embargo, al desglosar los datos por sexo, se observa una significativa brecha salarial: los hombres percibieron en promedio G. 3.341.000, mientras que las mujeres ganaron G. 2.625.000, una diferencia de G. 716.000 que equivale a aproximadamente un 21% menos para las trabajadoras.
El análisis por tipo de ocupación muestra diferencias aún más marcadas. Entre los asalariados, las mujeres superaron levemente a los hombres en promedio de ingresos (G. 3.448.000 frente a G. 3.357.000), posiblemente debido a su inserción en sectores formales donde la formación académica tiene un mayor peso. No obstante, en el caso de los trabajadores independientes, los hombres ganaron en promedio G. 3.344.000, mientras que las mujeres obtuvieron solo G. 2.061.000, una brecha de G. 1.283.000 (38%).
En el trabajo doméstico, uno de los sectores más precarizados del país, las desigualdades persisten. El ingreso promedio general fue de G. 1.627.000, pero las mujeres ganaron G. 1.602.000, frente a los G. 2.016.000 de los hombres.
En cuanto a la educación, el promedio de años de estudio para la población de 15 años y más fue de 9,8 años en los hombres y 10 años en las mujeres. En zonas urbanas, ambos grupos presentan un mayor nivel educativo (10,8 y 10,9 años respectivamente), mientras que en las áreas rurales, el promedio se reduce a 8,2 años para ambos sexos.
A pesar de esta ligera ventaja educativa de las mujeres, especialmente en contextos urbanos, los ingresos no reflejan dicha formación, lo que evidencia barreras estructurales que impiden a las mujeres acceder a empleos estratégicos o mejor remunerados.
Especialistas advierten que, si bien la educación es una herramienta indispensable para reducir la desigualdad, no es suficiente por sí sola. Se necesitan políticas públicas que promuevan la equidad de género, reduzcan la discriminación en el ámbito laboral y faciliten la inserción de mujeres en sectores productivos de calidad.