Édgar Melgarejo renuncia como presidente de la Dinac
- Édgar Melgarejo confirmó su decisión de renunciar como presidente de la Dinac, luego de verse envuelto en un escándalo por un supuesto negociado en la compra de tapabocas en plena pandemia de coronavirus.
Finalmente, presionado por las voces que pedían su salida por considerarlo cabeza visible de un negociado con tapabocas, Melgarejo decidió apartarse del cargo. Aclaró que aún no conversó con el presidente de la República, aunque versiones ya hablaban de que el propio mandatario le había pedido su dimisión.
“Estoy decidido a dar un paso al costado, a renunciar, ni siquiera a pedir permiso sino dejar que la institución que hoy presido cumpla ese rol tan importante, sobre todo en la espera de insumos (…)”, manifestó en contacto con ABC Color.
Argumentó que su deseo es “salvar la imagen” de la Dinac y a la vez evitar que el escándalo afecte la imagen del titular del Ejecutivo, quien hasta el último momento lo mantuvo en el cargo. Melgarejo fue uno de los financistas de la campaña política que llevó a Marito a la Presidencia de la República.
Antes que asumir culpas, Melgarejo se presentó como aparente “víctima” e indicó con su salida espera “que la gente no se concentre en Beto Melgarejo, que hoy parece ser el pato de la boda en cuestión”. “Parece que hoy nos olvidamos de una pandemia que nos está matando”, observó.
Señaló que “sin sentirme responsable para nada de los hechos que hoy me inculpan, sin asumir que haya cometido ningún hecho punible (…), debo tomar una decisión que evite que se siga contaminando la figura del Presidente”. Agregó igualmente que “no puedo abstraerme de la temperatura de las redes, de las interpretaciones a veces maliciosa de los periodistas”.
El alto funcionario ya renunciante insistió en defender la millonaria compra de tapabocas de una aparente empresa de maletín y tildó de “fábula” la investigación que apunta a que la firma oferente fue constituida exclusivamente para el negociado de tapabocas y la Dinac aparentemente dejó de lado otras ofertas, de G. 2.700 la unidad, para adquirir los implementos a G. 29.900 cada uno.
“Los precios no están tampoco lejos de los precios de mercado. Considero que fuimos estigmatizados, crucificados por la opinión de las redes por una compra que no está lejos de los valores del mercado”, argumentó.
Melgarejo inclusive insinuó que otras instituciones públicas hicieron adquisiciones similares a precios más elevados, aunque no entró en detalles.
Trató de defender la compra señalando que “pasó los filtros de Contrataciones Públicas. Si esa empresa tiene capacidad para poder ofertar (…) Hay un instrumento que se llama declaración jurada, donde, bajo juramento, la persona jurídica o el representante dice que no tiene inhabilidades”, agregó.
“Un hecho bagatelario”
En otro momento, Melgarejo inclusive trató de minimizar el supuesto negociado, señalando que la opinión pública no debe enfocarse en la compra de la Dinac sino en prevenir la pandemia. “Son G. 119 millones o 4.000 tapabocas, contra prevenir, concentrarnos en prevenir (…) Creo que lo más importante no son los G. 119 millones (…) Un hecho bagatelario en lo que se refiere a la adquisición pública por encima de la crisis mundial (por el coronavirus)”, manifestó.
Insistió en que el escándalo por el negociado es solo producto de “una especulación hecha por un tilingo, una persona que es una suerte de mitómano, que se vio fuera del proceso, ofendido por haber sido descubierto”, en alusión al importador Ignacio Pidal, quien reveló chats en que se evidencia que Melgarejo gestionaba y hasta “regateaba” la compra de tapabocas para finalmente optar por ofertas más elevadas.
En otro momento, inclusive, atribuyó la culpa a los medios de comunicación que se hicieron eco de las denuncias de corrupción. “Él crea esta fábula, este cuento que ustedes (los medios) sin rigor (replicaron). Las redes sociales son tiránicas, pero (la falta de) un análisis de toda una clase intelectual de los medios, que no se fijen en las fechas, cronologías, para tratar de vincular ofertas, instrumentos, para simplemente condenar a una persona, hoy lleva a que nos distraigamos en que una entidad tenga bienes que necesita e incluso provocaron que no haya contagios”, agregó.
Anuncia querellas
Édgar Melgarejo señaló igualmente que ya contrató abogados y tiene una querella preparada contra quienes lo “injuriaron”. “He decidido renunciar de forma indeclinable para defenderme y promover las acciones penales jurídicas contra las personas que me injuriaron, instalaron una fábula y afectaron la imagen de la Dinac”, expresó.
Adelantó que se enfocará en impulsar acciones judiciales para tratar de limpiar su imagen. “Voy a demostrarlo aunque me quede viviendo bajo una hamaca; todo lo que tengo y lo que soy lo voy a dedicar a aclarar este hecho”, indicó.
Resaltó como un hecho significativo que “renuncio sin ser imputado”, aunque la Fiscalía ya abrió una investigación e ejecutó las primeras diligencias en torno al escándalo. “Yo no estafé a nadie, no cometí ningún hecho punible todavía que haya pasado más allá de las sospechas de los medios y también del Ministerio Público”, agregó.
Aseguró que se someterá a la Fiscalía, aunque “a mí ya me mataron ante los medios pero muerto y todo me voy a levantar y defender”.
Antecedentes
La compra de tapabocas por parte de la Dinac fue cuestionada debido a que fueron adquiridos a G. 29.990 cada uno, siendo que en el código de la licitación aparecen catalogados como los comunes, cuyo precio del mercado ronda los G. 3.000.
No obstante, el titular de la Dinac defendió el contrato asegurando que las mascarillas eran de mejor calidad, las quirúrgicas, pero que la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) tenía un solo código para estos insumos. Pero este argumento tampoco sería válido ante la realidad de que el Ministerio Salud utilizó otro código para adquirir los barbijos más sofisticados vía licitación.
Además, el importador Ignacio Pidal denunció a ABC que supuestamente esos mismos tapabocas que fueron comprados a G. 29.990, él los negoció con el propio Édgar Melgarejo y a pedido de este último, incluso, se los vendió con una rebaja de G. 100, quedando a solo G. 2.700 cada uno. Esta versión fue negada rotundamente por el presidente de la Aeronáutica Civil.
Sin embargo, Melgarejo, en entrevistas anteriores, cayó en varias contradicciones al ser consultado sobre por qué él personalmente negociaba el precio de estos insumos de salud, cuando en otras notas había manifestado que él desconocía los mecanismos de las licitaciones.
Además, cuando fue abordado sobre lo llamativo que resultaba que el consorcio proveedor de las mascarillas esté liderado por una joven de 20 años, llamada Katherine Pamela Toñánez Vera, respondió que no veía cuál era el problema con que una persona de su edad esté al frente de una firma.
Katherine es presidenta de Proyectos Global, que estaría vinculado a la empresa: A*X SA, que tenía el nombre de VR Sociedad Anónima, que recibió una serie de sanciones por parte de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) e incluso fue inhabilitada en cinco oportunidades y amonestada en cuatro por ofrecer información falsa. Esta empresa está relacionada al empresario Omar Jaén Bohorques, también propietario de la firma Avalon SA.
La otra empresa que conforma el consorcio es INTELCAN Canadá SA, que ahora se llama International Flight Service (IFS) SA.
En ese contexto, la Fiscalía llevó a cabo el martes pasado una serie de allanamientos de las oficinas de las que serían las firmas proveedoras de los tapabocas, así como dependencias de la Dinac. Los fiscales intervinientes comentaron que todo apunta a que estas empresas serían “de maletín”, es decir, no existirían realmente. El agente del Ministerio Público Marcelo Pecci afirmó que cuando menos hay indicios llamativos en este caso y que imputarán a quien sea, del sector público o privado, en caso de encontrar elementos suficientes.