Directora del Hospital de Presidente Franco presenta su renuncia tras muerte de bebé
- La directora del Hospital Distrital de Presidente Franco, Dra. Marta Sosa, presentó su renuncia tras el fallecimiento de un recién nacido en una cesárea de urgencia sin anestesiólogo.
- Una trágica omisión y una renuncia que reavivan el debate sobre la precariedad en el sistema de salud público.
- La doctora responsabiliza a un médico por reiteradas ausencias, que según afirma, ya habían sido reportadas anteriormente.

La muerte de un bebé recién nacido en el Hospital Distrital de Presidente Franco generó una ola de indignación y derivó en la renuncia de su directora, la Dra. Marta Sosa, quien aseguró que decidió apartarse del cargo “antes de que se tomen otras decisiones”. El hecho que detonó la crisis fue la falta de un anestesiólogo en el momento en que la madre del bebé debía someterse a una cesárea de urgencia.
El médico en cuestión, el Dr. Jorge Ortiz, había abandonado su puesto 20 minutos antes del horario establecido para el fin de su guardia, justo cuando se requería su intervención. Este acto generó consecuencias fatales y levantó serios cuestionamientos sobre la gestión del personal en el centro asistencial.

En declaraciones a medios locales, la ahora exdirectora sostuvo que “no se trata de un episodio aislado”, y que las ausencias del Dr. Ortiz ya habían sido comunicadas con anterioridad a las autoridades pertinentes. “En varias ocasiones hice llegar los informes correspondientes, pero no se tomaron medidas reales”, expresó. La polémica finalmente forzó la desvinculación del médico, aunque recién ocurrió después de la tragedia.

La Dra. Sosa aclaró que cuenta con “todas las documentaciones necesarias para respaldar su gestión” y solicitó que se realice una investigación profunda para esclarecer responsabilidades. “Que se llegue hasta el fondo y se sepa la verdad de lo ocurrido”, sentenció con firmeza.
El caso ha generado conmoción tanto en la comunidad médica como en la ciudadanía, que exige justicia y mayor rigor en la supervisión del personal de salud, especialmente en centros públicos donde la vida de cientos de personas depende del profesionalismo y la presencia efectiva de los trabajadores.