Denuncian terreno baldío con criadero de mosquito
- El inmueble está ubicado a unas dos cuadras del ex Hotel El Rey del barrio Azucena, de Coronel Oviedo.
- En el gran yuyal se cría todo tipo de bichos, alimañas y mosquitos, transmisores de enfermedades.
- Además dificulta la visualización del tránsito de los vehículos, situación que podría ocasionar accidentes.
Un vecino del barrio Azucena, de la ciudad de Coronel Oviedo, remitió varias fotografías hasta nuestra sección #TuDenuncia de OviedoPress, manifestando su preocupación por la insalubridad y propagación de vectores que facilitan un inmueble baldío.
El gran matorral está ubicado sobre la calle Humaitá a unas dos cuadras del ex Hotel El Rey del barrio Azucena que ocupa casi media manzana.
El lugar se convirtió en criadero de mosquitos, lo que sumado a las constantes lluvias y sol intenso, lo convierten en el microclima ideal para la proliferación de los transmisores de enfermedades virales, como el dengue.
A esto se le suma la dificultad para visualizar los vehículos que circulan en la zona, congestionada debido al alto tráfico, esto podría ocasionar algún tipo de accidente de tránsito en el lugar.
En el contexto de la actual pandemia de COVID-19, la persistencia de casos de dengue por encima de lo esperado en las zonas endémicas y el inicio de la temporada de verano, representará un gran desafío para la población y para los sistemas de salud, que tendrán que responder a eventos de riesgo a la salud pública concomitante.
La mayoría de las personas con dengue y COVID-19 se enferman levemente y pueden recuperarse en la casa; los síntomas generalmente duran unos pocos días, y las personas tienden a sentirse mejor después de una semana.
Cabe resaltar que tanto el dengue como el COVID-19 pueden causar enfermedad grave, que puede incluso presentar complicaciones y desenlace fatal. Sin embargo, el manejo clínico de ambas enfermedades en cuadros graves es bastante diferente y a menudo requiere atención hospitalaria.
Con el dengue se presentan vómitos incoercibles, hemorragia de mucosas, dificultad respiratoria, letargo, inquietud, hipotensión postural. En esta fase crítica los signos de alarma pueden aparecer y generar un deterioro clínico rápido que puede darse dentro de las 48 horas después de la defervescencia (entre 3 y 7 días tras el comienzo de la fiebre).
Mientras que con el COVID-19, la persona afectada manifiesta dificultad para respirar, dolor o presión en el pecho, confusión, incapacidad para despertarse o permanecer despierto, labios o cara azulados.
La inconciencia de los propietarios y la inacción de la Dirección Municipal de Medio Ambiente, ocasiona que el riesgo a contagios crezca de manera exponencial. Sabido es que las personas que vuelven a ser infectadas con dengue pueden mostrar mayor deterioro acelerado, en su sistema de salud.