Denuncian abuso de agentes Lince en Coronel Oviedo: víctima acusa robo y agresión
- El hecho fue denunciado por un joven de 23 años ante el Ministerio Público.Señala a los agentes Joel Lescano e Ismael Méndez como autores del hecho.
- La víctima acusa golpes, amenazas y robo de dinero en un procedimiento irregular.Los uniformados se habrían apropiado de un millón de guaraníes.
- Ambos agentes fueron trasladados a Luque tras la denuncia pública.La Fiscalía investiga lesiones y abuso en el ejercicio de funciones.
El ciudadano Pablo Matías Otazú Escobar, de 23 años, denunció ante el Ministerio Público haber sido víctima de abuso policial por parte de los agentes Lince Joel Lescano e Ismael Méndez.
El hecho ocurrió el 7 de mayo en el barrio Las Mercedes de Coronel Oviedo, según consta en la denuncia radicada en la Unidad Penal Nº 2, a cargo de la fiscal Karina Domínguez Jara.
Según el relato, Otazú se encontraba en la vía pública cuando fue interceptado por los agentes, quienes lo acusaron de formar parte de un grupo delictivo sin prueba alguna. Posteriormente, bajo amenazas, lo habrían obligado a vaciar sus bolsillos, apropiándose de su billetera, documentos personales y la suma de un millón de guaraníes.
La denuncia también describe que la víctima fue agredida físicamente, recibiendo golpes en la cabeza y manos, mientras se encontraba contra un árbol en el lugar del procedimiento.
Los agentes habrían realizado además amenazas de dispararle si no accedía a entregar la clave de su celular, con el cual pretendían verificar datos personales.
Otazú manifestó que, pese a su insistencia, los agentes se negaron a devolverle el dinero sustraído, retirándose del sitio con sus pertenencias.
La denuncia quedó registrada bajo la carátula de “Robo Agravado, Amenaza de Hechos Punibles y Lesión Corporal en el Ejercicio de las Funciones Públicas”.
Tras la presentación de la denuncia, ambos agentes fueron trasladados a la base central de Lince en Luque, mientras la Fiscalía Regional de Coronel Oviedo lleva adelante la investigación.
El caso vuelve a instalar el debate sobre abusos de autoridad y uso desproporcionado de la fuerza por parte de agentes de la Policía Nacional, en especial de los grupos motorizados.
