Denuncian a menonitas por galopante deforestación en Raúl A. Oviedo
A pesar de la vigencia en el Paraguay de la Ley 2524/04 de DEFORESTACIÓN CERO, “de prohibición en la región oriental de las actividades de transformación y conversión de superficies con cobertura de bosques”. Las zonas boscosas y montes del Paraguay siguen siendo depredados se forma salvaje y galopante. El departamento de Caaguazú es uno de los que mayor deforestación sufre sin que se haga nada por evitarlo.
El equipo periodístico de OviedoPress, accedió a una denuncia formal ante la Unidad Fiscal del Medio Ambiente del Caaguazú, a cargo del abogado Ulises Giménez, con evidencias de una galopante deforestación en el departamento de Caaguazú y, que según los denunciantes, no ha reaccionado ante el crimen ecológico que se registra en el la zona de desmonte.
Se trata de una superficie de 2.500 hectáreas en el distrito de Raúl Arsenio Oviedo que también abarca territorio del distrito de Toledo, departamento de Caaguazú, a orillas del lago Yguazú, que en menos de 3 meses fueron desmontadas unas 400 hectáreas con maquinarias y topadoras, según manifestó uno de los denunciantes, el concejal municipal Ignacio Brítos Martínez.
La propiedad boscosa tiene un propietario y, según la denuncia, se trata de Pedro Pablo Anciaux, quien a su vez permite la explotación del lugar a colonos menonitas, uno de ellos identificado por David Ens.
La denuncia formal presentada el pasado mes de julio ante la Unidad Fiscal Especializada en Medio Ambiente, a cargo del agente fiscal Ulises Giménez, es explícito al denunciar la “tala indiscriminada de árboles entorno a una naciente de agua, arroyo y ykua y tráfico de rollos” en el establecimiento de Pedro Pablo Anciaux.
Según los denunciantes, el propietario de la gran extensión de tierra ha cedido o vendido gran parte de la propiedad a dos colonos menonitas, uno de ellos David Ens, quienes se encargaron de convertir el bosque en un campo desmontado para la plantación de sojas.
En uno de los vídeos que accedimos se puede visualizar una camioneta Nissan Frontier, color bordó con la matrícula BKP 944 y que, según el Registro Único de Automotores es propiedad de Daniel Braun Harder, quien sería otro de los responsables de la depredación salvaje.
Según las imágenes a las que accedió OviedoPress, quedan en evidencias los grandes territorios boscosos depredados sin contemplación alguna por las maquinarias y topadoras que tumban, de raíz, árboles nativos.
A pesar de la denuncia específica la unidad fiscal del medioambiente no ha reaccionado ni tomado cartas en el asunto por lo que los denunciantes hablan de complicidad.
La denuncia también es sobre la quema de los árboles por parte de los menonitas que pretenden evitar dejar evidencia del delito contra el medio ambiente y no levantar sospechas sobre la depredación voraz.
Sin embargo, desde la parte de la propiedad explotada por el dueño original, Pedro Pablo Anciaux, todos los días decenas de camiones “rolleros” transportan maderas sin ninguna autorización alguna.
El departamento de Caaguazú es víctima de empresarios que, sin importar el daño que haga al medioambiente, depredan para sus grandes cultivos.
El departamento de Caaguazú es víctima de sus autoridades que hacen un guiño cómplice a quienes violan sin empacho las leyes que protegen el medioambiente.
Ley Nº 716/96, que sanciona delitos contra el medio ambiente, en su Artículo 4to, establece sanciones con penas penitenciarias y económicas los delitos contra el medio ambiente a quienes realicen tala o quema de bosques o formaciones vegetales que perjudiquen gravemente el ecosistema. Y a los que trafiquen o comercialicen ilegalmente rollos de madera o sus derivados.
¿Quién o quiénes serán castigados con las sanciones estipuladas?
¿Quién o quiénes, de los que juraron cumplir y hacer cumplir las leyes se animarán a aplicar las penas y sanciones previstas en las leyes?