Cuestionamientos a una jueza frenan el juicio por la muerte de Maradona

• El juicio por la muerte de Diego Maradona fue suspendido por una semana tras graves acusaciones contra la jueza Julieta Makintach.
• Se investiga si la magistrada participó en la producción de un documental sobre el caso y si se violaron normas procesales.
• Las partes temen que la situación derive en la nulidad del proceso y exigen explicaciones ante lo que califican de “gravedad institucional”.

La causa judicial que busca establecer responsabilidades penales por la muerte de Diego Armando Maradona sumó un capítulo inesperado este martes, cuando el juicio fue suspendido por el pedido del fiscal Patricio Ferrari. La razón: cuestionamientos de fondo contra la jueza Julieta Makintach, quien habría colaborado con la producción de un documental sobre el proceso judicial. “Para resolver un tema que aparece trayendo aparejada gravedad institucional”, justificó el fiscal su solicitud, que fue aceptada por el tribunal en San Isidro, al norte de la capital argentina.

Las alarmas se encendieron cuando surgió la sospecha de que cámaras habrían ingresado indebidamente a las audiencias, algo expresamente prohibido desde la segunda sesión del juicio. Esto abre la posibilidad de una infracción grave que, en el peor de los casos, podría anular el proceso. La Fiscalía deberá determinar si efectivamente se violaron las restricciones y si Makintach tuvo algún vínculo con la producción del supuesto documental.

Durante la audiencia también se presentaron dos pedidos de recusación contra la magistrada: uno por su supuesta connivencia con los documentalistas y otro por parcialidad manifiesta. La jueza, visiblemente tensionada, rechazó las acusaciones: “Estoy convencida de mi imparcialidad, voy a dar las explicaciones del caso”, afirmó. No obstante, no descartó apartarse voluntariamente del tribunal si se comprueba alguna afectación institucional. “En caso de que haya algo que esté en peligro, quizá sea yo la que me aparte”, advirtió.

Las recusaciones fueron planteadas por los abogados de dos de los siete profesionales de la salud acusados de homicidio con dolo eventual, una figura que implica que sabían que su accionar podía derivar en la muerte del paciente. Entre los imputados figura la psiquiatra Agustina Cosachov, quien ya declaró en el juicio, así como Nancy Forlini, coordinadora médica de la internación domiciliaria, cuya defensa —a cargo de Nicolás D’Albora— advirtió: “Si se aparta a la doctora Makintach, hay que empezar de cero”.

Por su parte, los abogados querellantes Diego Baudry y Fernando Burlando presentaron una denuncia penal que acusa la posible comisión de delitos como “violación de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad, revelación de secretos o información privilegiada, prevaricato, tráfico de influencias y, eventualmente, cohecho”. Según ellos, el escándalo atenta contra la credibilidad de todo el proceso.

El juicio, que comenzó en marzo, ya lleva más de 40 testigos y ha expuesto detalles crudos sobre las condiciones de la atención médica que recibió Maradona tras su operación neurológica. Según varios testimonios, el ídolo mundial vivía en un entorno “sucio, desordenado y sin equipos médicos adecuados”, una situación calificada como inadecuada por la querella, que insiste en que nunca debió haber sido internado en su casa en Tigre.

A medida que se acerca el plazo de una semana para resolver la situación de Makintach, crece la incertidumbre. Entre las alternativas se barajan continuar con un nuevo juez, seguir con uno solo o incluso remover a los tres magistrados actuales. Pero todos coinciden en el riesgo de retroceder: “Empezar todo de cero”, como temen defensores y querellantes, podría significar un golpe devastador para la causa por la muerte del eterno Diez.