Cristian Bianciotto a concejales: “que nos cuenten qué hicieron”
Las elecciones municipales del 2026 parecen lejanas, pero para algunos el tiempo apremia. Los que ya están quieren seguir estando. Los que nunca estuvieron quieren entrar. Y todos, absolutamente todos, comienzan a desplegar la misma estrategia: fabricar la percepción de que trabajaron o trabajan por la gente.

Por: Cristian Bianciotto
¿Cómo lo hacen? A través de espacios pactados y pautados en medios de comunicación, donde intentan vender una imagen de incansable gestión y popularidad arrolladora. Pero hay un problema: los hechos pesan más que las palabras.

Vivimos tiempos duros. La canasta familiar está por las nubes. Las necesidades básicas son un desafío diario. En este contexto, resulta insultante que algunos concejales pretendan que el ciudadano común—ese que madruga, que lucha, que siente en carne propia la crisis—se tome el tiempo de escribir mensajes de apoyo en sus redes, si en todo su periodo legislativo no hicieron absolutamente nada.
La realidad es innegable: hay concejales con una producción parlamentaria nula, y lo poco que hicieron, lo hicieron mal. Algunos arrastran el título de los peores presidentes de la Junta Municipal, sin méritos concretos para exhibir. Otros, en lugar de defender los intereses de la ciudadanía, se dedican a fortalecer negocios personales, como el de la construcción y venta de inmuebles, bajo el pretexto de defender la vivienda.
También hay quienes han convertido su cargo en una fábrica de solicitudes de reconocimiento para sus amigos, sin una sola propuesta significativa para el progreso de la ciudad. Entonces, la pregunta es sencilla: ¿qué hicieron con el tiempo, el poder y los 16 millones de guaraníes mensuales que les pagamos?
Porque lo que sí sabemos es que, cada vez que necesitan apoyo o visibilidad, recurren a la misma estrategia de siempre: reparten dádivas temporales, pequeñas ayudas estratégicas que aparecen justo cuando se acercan las elecciones, pero que desaparecen apenas pasa el momento.
Como si la gente pudiera ser convencida con migajas de última hora, olvidando años de inacción. Pero la gente no es tonta. Los ovetenses nos merecemos respeto, no una burla a nuestra inteligencia.
Si durante este tiempo no hicieron nada, ¿por qué habríamos de creer que ahora sí lo harán? Si las promesas de la campaña anterior siguen sin cumplirse, ¿por qué habríamos de comprar una nueva tanda de promesas recicladas?
No buscan renovación, buscan perpetuación. No quieren dar un paso al costado, quieren seguir aferrados al cargo, sin haber demostrado nunca que lo merecen.
Que nos cuenten qué hicieron. Que rindan cuentas. Porque Coronel Oviedo no necesita simples ocupantes de cargos que quieren perpetuar sus rostros en la Junta Municipal, sino concejales con iniciativas que acompañen el deseo de progreso de la ciudad.