Contra todo pronóstico venció al Covid: “Decían que mi caso era difícil”
- El 1 de marzo, don César Estigarribia (55) entró a la terapia intensiva del Hospital Ingavi de IPS sin saber qué pasaría.
- “Me acostaron, tomaron mis datos. Recuerdo que antes de cerrar los ojos le pedí a Dios que me diera una oportunidad más”, relata. Fue su último pensamiento consciente. Estuvo intubado y sedado dos meses y diez días en la UTI.
Don César parecía tener un destino trazado. Los médicos ya comenzaban a hablar de un pronóstico no tan bueno. A causa del Covid-19 el hombre sufrió neumonía grave, sepsis pulmonar, dos bacterias en el pulmón, una en la sangre y su saturación no era lo normal. Según informó el medio digital cronica.com.py.
Pero hace quince días, el paciente abrió sus ojos y desde ahí milagrosamente, y ante el asombro de los profesionales médicos, comenzó a mejorar y a respirar por sus propios medios.
De Ingavi lo trasladaron a una sala común del Sanatorio Internacional de Luque y este lunes, en horas de la siesta, fue dado de alta. ¡Un verdadero milagro!
En total, don César estuvo internado dos meses y veinticinco días.
“Los doctores me dicen que soy un milagro. Volví a la vida”, contó a Crónica al momento de llegar a su casa, ubicada en Capiatá, donde su esposa Ada, sus 4 hijos y sus demás familiares le dieron un emotivo recibimiento.
“Para mí es muy emocionante porque estando allí, en terapia, escuchaba voces (de médicos y enfermeros) que decían que mi caso era algo difícil, que ya no había nada que hacer, solo esperar. Yo quería gritarles que no me iba a rendir, pero no podía. Ahora estoy aquí, con mi familia, en casa, y agradezco a Dios y a todos los profesionales médicos que me atendieron”, comentó.
“Sentía cómo la gente moría a metros de mí”
Don César contó que vivir en carne propia el drama de una enfermedad que arrasó con miles de personas es muy fuerte.
“Ahora siento que volví a nacer y les digo a todos que se cuiden. Lo que se siente es terrible”, comentó. “Simplemente, mi recuperación lo veo como una oportunidad que Dios me da para regresar y seguir la historia de mi vida junto con mi familia”, añadió.
“Estando en terapia sentía cómo la gente moría a metros de mí. Yo lo sentía y es muy fuerte”, agregó. “Yo quiero que mi caso sirva para que aquellas personas que han perdido la fe y esperanza lo vuelvan a recuperar. Quiero decirles que para Dios nada es imposible”, comentó.
Le robaron la plata para sus medicamentos.
Doña Ada Samaniego, esposa de don César, luchó con él desde afuera.
Ella había sido fue víctima de unos ladrones, quienes le asaltaron y le robaron 3 millones de guaraníes, parte de un dinero que había recibido de donaciones para comprar medicamentos a su marido.
“Imagínate todo lo que vivimos”, contó y agregó: “Pero desde que me asaltaron, muchísima gente que se enteró de ese robo se acercó a mí y me enviaron su ayuda. Dios multiplicó todo”, sostuvo.
“Pasamos muchos momentos difíciles y lo superamos y ahora ver a mi marido salir del hospital me llena de alegría y no me queda más que agradecer a Dios y a los doctores”, finalizó.