Construcción de nuevo tren de molienda será más barata que reparar el viejo
- El Gobierno y los cañicultores llegaron a un principio de acuerdo para construir una nueva planta procesadora de caña de azúcar.
- El proyecto tendría un costo “muchísimo menor” a los USD 28 millones requeridos para rehabilitar la antigua molinera.
- La propuesta beneficiará principalmente a pequeños productores, mientras que los grandes deberán buscar opciones en el sector privado.

El conflicto entre cañicultores y el Estado parece entrar en una nueva etapa tras el anuncio del ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Giménez, quien confirmó un principio de acuerdo para la construcción de un nuevo tren de molienda de caña de azúcar. La propuesta, según la autoridad, surge como alternativa a la rehabilitación de una antigua planta procesadora, cuyo costo estimado superaba los 28 millones de dólares.
“La decisión es hacer una nueva planta que permita absorber la producción de la región. Los representantes de los cañicultores están convencidos de esta propuesta”, afirmó Giménez, tras varias rondas de negociación con los productores. Aunque inicialmente se solicitaba la reactivación de la vieja molinera, el Gobierno optó por una alternativa técnica más viable y de menor costo.
El nuevo ingenio estará diseñado con un enfoque inclusivo, pensado para productores de menor escala. De acuerdo con el ministro, aquellos que posean hasta 10 hectáreas podrán canalizar su producción a través de la planta actualmente operativa en Troche, mientras que quienes superen las 20 hectáreas deberán buscar opciones dentro del sector privado.
“La propuesta gubernamental fue bien recibida, aunque aún hay cierto escepticismo debido a experiencias pasadas con proyectos que no se concretaron”, reconoció Giménez. La socialización del plan con los productores está prevista antes del inicio de la zafra, que comenzará a fines de junio.
El trasfondo del conflicto, según explicó el ministro, gira en torno a la diferencia de precios entre Petropar y el sector privado, siendo la empresa estatal la que mejor paga por la caña. “El objetivo es lograr una mayor productividad para que los productores puedan ser competitivos en el mercado, independientemente de a quién vendan su producción”, sentenció Carlos Giménez, marcando el horizonte de esta nueva etapa en la política azucarera del país.