Conductor de Bolt no aceptó que pasajeros abonen por el viaje

• Desde hace tres años que acompaña a su amada en su lucha contra la dura enfermedad del cáncer.
• Treinta minutos duró el viaje. Durante todo el trayecto, Miguel Fernández observó con ternura a sus pasajeros, debían viajar desde San Lorenzo hasta Areguá.
• Ella tenía una cita pactada en el Instituto Nacional del Cáncer y pidieron un viaje en Bolt para llegar a tiempo. “Solo cruzamos palabras para alzar la silla de ruedas”, recordó Justo.

Al analizar el viaje y luego de bajar nuevamente la silla de ruedas, sacó el dinero para pagarle, pero se encontró con una sorpresa que le erizó la piel. “Cuando le di el dinero, él agarró mi mano con el dinero, apretó fuerte y dijo que el de arriba ya le pagó. Me quedé sorprendido la verdad por la forma en que me dijo”, relató Justo.

Él insistió con abonar por el viaje, pero el conductor de Bolt no aceptó, entonces decidió agradecer públicamente el gesto e hizo una publicación en Twitter dando a conocer su experiencia. “Me comentó que su señora también pasó por eso, Es un gran señor. En Twitter me respondieron su sobrina y su hija, opinaron maravillas de él”, refirió Justo.

Efectivamente, la red hizo que el mensaje de Justo llegue rapidísimo a los parientes del conductor de Bolt, quienes no perdieron la oportunidad para contar un poco más sobre don Miguel y agradecer a Justo por resaltar la calidad humana del chofer.

Por su parte, don Miguel Fernández aseguró que el verdadero ejemplo de esta historia es Justo y Liza. “Son un ejemplo de amor y compañerismo, y eso que sólo estuve 30 minutos con ellos. Son una pareja extraordinaria”, refirió.

Luego de la cita, Justo le contó a Liza lo que había ocurrido. “Como me dijo señora, que es muy creyente, son mensajes que te envía el de arriba. Te pone gente buena en el camino, cuando más difícil está todo. Y la verdad que el señor Miguel nos alegró el día. Ella incluso lloró cuando le conté”, relató el pasajero.

“Estamos peleando, ella es un ejemplo de mujer guerrera, siempre con algunos dolores, pero dando batalla”, comentó Justo. Contó que Liza empezó con los problemitas en el 2018. Él la conoció en el 2019 siendo compañeros de trabajo. “Ella siempre fue muy sincera, la primera vez que hablamos ya me dijo que estaba enfermita. Nada de eso fue impedimento, ella es una gran mujer y sabía que todo valía la pena”, manifestó.

Contó que batallan gracias a la ayuda de la familia de ambos y sus amistades. “Mis amigos hicieron una hamburgueseada hace una semana para ayudarnos con los gastos. También recibimos mucho apoyo en el Twitter. A la noche Liza se puso un poco sensible y le hice leer todo lo que decían, además de toda la fuerza que le mandaron”, analizó.