Condenan a 24 años de prisión al suboficial Gustavo Florentín por el asesinato de Rodrigo Quintana
- El crimen ocurrido durante el violento allanamiento a la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), en la madrugada del 1 de abril de 2017.
- La sentencia fue dictada de forma unánime por los jueces Lourdes Garcete, Rossana Maldonado y Manuel Aguirre, en base a pruebas periciales, testimonios clave y la actuación irregular del uniformado.
- Sin orden escrita, sin control de armamento y con uso desproporcionado de la fuerza, Gustavo Florentín fue hallado culpable del asesinato de Rodrigo Quintana durante un operativo policial no autorizado.

El suboficial de Policía Gustavo Adolfo Florentín Silva fue condenado este jueves a 24 años de prisión por el homicidio doloso del joven dirigente liberal Rodrigo Quintana Arrúa, ocurrido en la madrugada del 1 de abril de 2017, durante el violento ingreso de agentes policiales a la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), tras los disturbios generados por las protestas ciudadanas del #31M.
El Tribunal de Sentencia, presidido por la jueza Lourdes Garcete e integrado por sus colegas Rossana Maldonado y Manuel Aguirre, resolvió por unanimidad declarar la culpabilidad de Florentín como autor material del crimen. La acusación fue sostenida por los fiscales Hernán Galeano y Marlene González, quienes representaron al Ministerio Público durante el juicio oral y público.

El trágico hecho se dio en el marco de la protesta contra el proyecto de enmienda constitucional que pretendía habilitar la reelección presidencial, impulsada en aquel entonces por el gobierno de Horacio Cartes. En medio del caos, manifestantes incendiaron parte de la sede del Congreso Nacional, lo que derivó en una fuerte represión policial.

Durante el proceso judicial, la magistrada Garcete detalló que el ingreso de la Policía Nacional al local partidario fue ilegal, violento y sin orden judicial. “Gustavo Florentín dejó la sede de la Comandancia, desconocemos por orden de quién”, afirmó, remarcando que el uniformado no contaba con autorización escrita para integrar el operativo, ni orden de retiro de armamento.
La evidencia recolectada durante el juicio incluyó pericias balísticas que descartaron la participación de otros agentes como autores del disparo mortal. En particular, se desestimó la versión de la defensa que responsabilizaba al suboficial Arnaldo Báez, cuya escopeta disparaba balines de goma. En contrapartida, el tribunal concluyó que Florentín realizó el disparo con municiones letales, provocando la muerte inmediata de Rodrigo Quintana.
La presidenta del Tribunal resaltó además el testimonio de Diego Armando Garcete, amigo de la víctima, quien relató que se encontraba en la puerta del local partidario intentando sostenerla desde adentro cuando se produjo la irrupción policial. Esta versión coincide con los daños observados en el acceso del inmueble, según refirió la jueza.
Como agravantes, el tribunal valoró el incumplimiento de los reglamentos internos de la Policía Nacional y la formación especializada que poseía el acusado para el manejo de disturbios, así como el hecho de haber puesto en peligro la vida de las personas que se encontraban en el lugar. “Un grupo de personas que está corriendo de espaldas, de ninguna manera se puede sostener que ofrece peligro a una persona que está presta a hacer un disparo. No existe ninguna causa que justifique la conducta del acusado”, afirmó Garcete durante la lectura de la sentencia.
Tanto el Ministerio Público como los abogados querellantes Rossana Figueredo Villalba y Virgilio Ramón Ramírez Redes, en representación de Leticia Redes, madre de la hija de Quintana, habían solicitado una pena de 25 años de prisión. Finalmente, el Tribunal resolvió imponer una condena de 24 años de pena privativa de libertad a Gustavo Florentín, cerrando así un capítulo de uno de los episodios más oscuros de la represión estatal en tiempos democráticos.