Con 1.726 muertes en 24 horas, Brasil se encuentra en el peor momento de la pandemia
- A un año de la llegada pandemica del Covid-19 a Sudamérica, Brasil sigue enormemente impactado por el virus, al punto de vivir actualmente el peor escenario y estar en contra del resto del mundo –en su balance total-, donde los últimos 7 días redujo en un 6% las muertes por la enfermedad.
- El desincentivo de Jair Bolsonaro en las pautas sugeridas por la ciencia y la lentitud de vacunación dificultan revertir la situación.
El martes pasado (2), 1.726 personas murieron de coronavirus, alcanzando un récord diario de óbitos por la enfermedad en el país. En el espacio de una semana, surgieron los dos peores números, cuando el último día 25, 1.582 murieron. No siendo suficiente, “hay 40 días seguidos con la media móvil de muertes por encima de la marca de 1000, 6 días por encima de 1,1 mil, y por tercer día la marca aparece por encima de 1,2 mil. Hubo cuatro récords consecutivos desde el sábado hasta aquí ”, señala el portal G1, en datos de un consorcio de periódicos brasileños.
El Ministerio de Salud informa que el desastre acumula 10,6 millones de casos registrados y 257 mil fallecidos hasta este miércoles (3). Aunque alrededor del 90% de los infectados (9,5 millones) se curan, aquellos con enfermedad agravada son suficientes para causar un colapso en la salud de varios estados.
Para tener una idea, doce de los 26 estados brasileños se encontraban en zona de alerta crítica, con camas de UCI ocupadas en más del 80% -entre ellos Paraná que limita con Paraguay-, según un boletín difundido el viernes (26) por la Fundación Oswaldo Cruz. Otros 13 se encuentran en la zona intermedia (con 60% a 80%), como Mato Grosso do Sul, vecino de Pedro Juan Caballero.
Significa que el 96% de los territorios regionales tienen al menos un 60% de demanda; la excepción es Mato Grosso, ubicada en la región del Medio Oeste. Las capitales, a su vez, tuvieron ocupación en zona crítica de alerta en 17 territorios, de los cuales 7 tenían una ocupación igual o superior al 90%.
El escenario brasileño es tan caótico que el Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass) publicó el lunes (1) una carta pidiendo medidas más estrictas para revertir el peor momento del país en la pandemia del covid-19. Sin embargo, la solicitud es directamente opuesta a la deseada por Jair Bolsonaro, quien el domingo (28) se pronunció contra el encierro promovido por la unión federativa Distrito Federal, con la siguiente frase: “La gente quiere trabajar“.
En otro momento dijo que los gobernadores que cierren los estados deben pagar el auxilio financiero de emergencia que se brindan a la población, cuya función debe provenir del Gobierno Federal. Cabe mencionar que en la última semana varios estados han adoptado un toque de queda, como el propio estado de Paraná, mencionado anteriormente en una fase crítica de su sistema de salud.
Brasil no solo es víctima del coronavirus, sino también de la falta de sintonía entre el presidente, gobernadores y alcaldes. Si bien la mayoría de los dos últimos citados establecen políticas que propician el aislamiento y las precauciones, Bolsonaro dio a conocer un estudio de una universidad alemana en el que señaló el daño de llevar máscaras por parte de los niños.
Aunque la nación vecina se encuentra en la era de las vacunas, el ritmo de la inmunización es muy lento. El portal Our World in Data muestra que Brasil aplica 3,97 dosis por cada 100 personas, mientras que la tasa es de 22,5 por cada 100 en los Estados Unidos, 30,77 por cada 100 en el Reino Unido y 93,5 por cada 100 en Israel.
Solo el 3,36% de la población brasileña está vacunada, es decir, 7,1 millones de personas, hasta el momento. El número se reduce a 2.166.982 cuando se trata de los que recibieron las dos dosis de vacuna, lo que representa el 1,02%. Los inmunizantes se refieren a CoronaVac y Oxford/AstraZeneca.