Citó bajo engaño a su ex y le robó G. 10 millones que ahorró para comprar su auto
- Marta Leticia, una joven de Santa Rosa del Mbutuy, fue víctima de una estafa por parte de su pareja, Augusto Pérez durante un viaje a Villarrica.
- La mujer confió en Augusto Pérez para comprar un automóvil. Sin embargo, en un acto de traición, él huyó con todo su dinero y pertenencias, abandonándola en Carayao.
- En la última comunicación que tuvieron, el hombre le lanzó una amenazante advertencia: “Me dijo que no me descuide, que no sé lo que me espera más adelante”, relató la víctima.
Marta Leticia Aguilera y Augusto Pérez se conocieron en Coronel Oviedo. Ella, una joven de Santa Rosa del Mbutuy, y él, quien aseguraba ser dueño de una olería en Tobatí, comenzaron una relación sentimental que se extendió por más de un año. Esta semana, sin embargo, su historia de amor llegó a un inesperado final.
Hace una semana, Marta Leticia decidió poner fin a la relación. A pesar de la separación, continuaron en contacto y estaban en proceso de reconciliación. Durante este tiempo, Marta mencionó a Augusto su deseo de comprar un automóvil, y él se ofreció a ayudarla en la búsqueda del vehículo.
Augusto le dijo a Marta que había encontrado un coche en Villarrica. La mujer tenía reunidos, con mucho esfuerzo, G. 10 millones para para la entrega inicial. Así, Augusto fue a buscarla en Santa Rosa del Mbutuy, y juntos se dirigieron hacia Villarrica.
El viaje transcurría con normalidad hasta que llegaron a Carayao. Augusto pidió a Marta que bajara del vehículo para comprar el desayuno. Confiada, Marta dejó su cartera con todo su dinero, sus documentos y su celular cargando en el coche.
“Salimos normalmente de mi casa, nos fuimos, llegamos hasta la zona de Carayaó, llegamos ahí y me dice para bajarme a comprar el desayuno. Yo me bajé, dejé toda la plata en el asiento trasero con mis cosas y mi teléfono en el asiento del frente, ahí mismo dejé. Cuando salí, ya no estaba más. Pensé que estaba bromeando o que se fue a hacer alguna cosa en el surtidor, pero en ningún momento le vi, no le ubiqué más. Tuve que preguntarle a un señor y me dijo que ya se había ido hacia Coronel Oviedo”, relató la víctima.
Ese momento de descuido fue aprovechado por Augusto para huir con todas las pertenencias de Marta, el dinero y dejándola abandonada y sin recursos. “Doy gracias a Dios que me dejó en ese lugar público prácticamente, que no me llevó más hacia camino a Villarrica y me hizo algo, me dejó abandonada o qué. Las cosas personales puedo recuperar de vuelta. Por eso no me preocupo tanto por más de que si las cuentas y muchas cosas más se quedaron encima de mí, no voy a poder afrontar rápidamente y salir de eso”, agregó.
Desesperada y sin saber a quién recurrir, Marta se dirigió a la Comisaría de la ciudad y presentó la denuncia. “Cuando me dijo eso, salí corriendo hasta la comisaría de Carayaó, les comenté lo sucedido y llamaron a la gente de Coronel Oviedo para hacer una barrera, si es que le podían atajar, pero ya no hubo caso. Capaz ya fue tarde también. Perdí comunicación con él”, recordó Marta.
Horas más tarde, utilizó un celular prestado y contactó a Augusto, pidiéndole que devolviera sus pertenencias. La respuesta de Augusto fue una amenaza. “Me dijo que no me descuide, que no sé lo que me espera más adelante”, manifestó la mujer. La afectada lamentó la situación, aseguró que tenían una relación normal hasta el momento en que todo ocurrió. “No me esperé de esta persona con la que yo prácticamente convivía. Era mi pareja”, refirió.
Llegó casa de vuelta con la ayuda de otra persona que pasaba por ahí y la vio. Agarró el celular de su hijo y se fui de vuelta hacia Coronel Oviedo. Se dirigió hasta un hotel donde frecuentaba el hombre, pero no lo encontraron. “Él se comunicó conmigo, me dijo que me tranquilice, que me iba a devolver. Que se iba a volver a comunicar para devolverme mis cosas. El martes a las 7:00 de la mañana me llamó, se comunicó conmigo, me envió fotos de que dejó en un copetín mis cosas. Yo me fui hasta ahí, los agentes de Investigaciones me acompañaron. Encontramos mi billetera totalmente vacía, sin ni un guaraní y mis documentos personales y tarjetas que estaban dentro de mi billetera, nada más”, lamentó la joven.
Le volvió a llamar, pero ya no daba tono su número, desapareció totalmente. “Un año de relación tuvimos. La relación era normal, entre semana no estaba, solo los fines de semana venía. Acá solo los viernes a la tarde o los sábados a la tarde y domingo ya se iba de vuelta porque supuestamente tenía que ir a trabajar en su cerámica que se encontraba en Tobatí. Hoy me doy cuenta que es todo mentira”, expresó.
Tras su publicación en redes sociales muchas personas se comunicaron con ella afirmando ser víctimas también del hombre. “Hacía préstamos de personas de confianza y nunca más devolvía. Después, como si fuera nada, volvía a regresar. También daba cheques sin fondo, cheques robados, que nunca más pudieron cobrar las personas”, refirió.