Chofer que causó accidente prometió hacerse cargo, pero no aparece
- Liz Angélica Gill, víctima de un accidente de tránsito en Coronel Oviedo, denunció que el conductor que causó el choque y se dio a la fuga.
- Inicialmente se comprometió a hacerse cargo de los daños, pero hasta el momento no ha cumplido su promesa ni ha vuelto a comunicarse.
- Fidel López, el conductor de una camioneta Chevrolet S10 que causó un choque el sábado en Coronel Oviedo, pidió disculpas a la víctima Liz Angélica Gill, admitiendo que huyó del lugar por estar nervioso y posiblemente alcoholizado.
Liz Angélica Gill, víctima de un accidente de tránsito ocurrido el sábado por la noche en Coronel Oviedo, sigue enfrentando dificultades para obtener respuestas de las autoridades y del responsable del choque. Aunque el conductor de la camioneta Chevrolet S10 gris, quien inicialmente se dio a la fuga, se comprometió a hacerse cargo de los daños, hasta el momento no ha cumplido su promesa.
El accidente tuvo lugar en la intersección de las avenidas Jaime San Just y Manuel Domínguez, cuando el vehículo conducido por Gill, un Toyota New Vitz, fue embestido por la camioneta que intentaba adelantarse de manera imprudente.
El conductor responsable, identificado como Fidel López, se comunicó con Gill al día siguiente del accidente, pidiéndole disculpas y alegando que había huido por estar nervioso y posiblemente bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, desde entonces ha dejado de responder a sus llamadas y no se ha presentado para asumir las consecuencias.
Gill, quien descubrió por su cuenta que la camioneta estaba en un taller de chapería y pintura en el barrio Capitán Roa, denunció la falta de acción policial. A pesar de haber comunicado el hallazgo a la Comisaría 22, las autoridades no acudieron al lugar de inmediato. “Mil veces me pidió disculpas, pero hasta hoy no ha cumplido su promesa de venir a hacerse cargo”, relató Gill.
A lo largo de los días, la situación ha empeorado, ya que Gill ha recibido llamadas desde la cárcel y otros lugares, con personas que intentan aprovecharse de la situación pidiéndole dinero a cambio de supuesta información sobre el vehículo.
Además, teme que el vehículo esté siendo desmantelado para borrar evidencias, por lo que decidió mantenerse en el lugar para evitar que el responsable retire la camioneta sin que las autoridades intervengan.
Gill, quien depende de su vehículo para trabajar vendiendo diversos productos, se encuentra ahora sin su fuente de ingresos. “Hace solo 22 días que compré ese auto, y es mi medio de vida. No voy a dejar de luchar para que se haga justicia”, afirmó con determinación.
A pesar de sus esfuerzos por contactar a las autoridades y al conductor responsable, la situación sigue sin resolverse. “Me dijo que iba a venir, pero no apareció. Ya no sé qué más hacer”, agregó Gill, visiblemente afectada por la falta de respuestas.