China detecta el primer caso de gripe aviar H3N8 en un niño de cuatro años
- El patógeno no ha desarrollado la capacidad de contagiar personas de manera masiva, según las autoridades sanitarias del país
- Un niño de cuatro años radicado en la provincia central de Henan dio positivo a la cepa tras ser hospitalizado con fiebre y otros síntomas.
- Las claves de la gripe aviar, en ocho preguntas.
De aquella pandemia casi olvidada queda, como legado indeleble, una alerta punzante ante cada nueva amenaza vírica. Por eso el mundo mira hoy, de nuevo, hacia China, tras la detección allí del primer contagio humano de una variante de la gripe aviar conocida como H3N8. Las autoridades del país han emitido un mensaje tranquilizador, calificando de «bajo» el riesgo de transmisión entre personas.
El paciente cero es un niño de cuatro años de la provincia de Henan, en el centro del territorio nacional. Su caso fue identificado después de que este manifestara fiebre y otros síntomas desde el pasado 5 de abril. Ninguna otra persona de su entorno se ha contagiado, según informó ayer la Comisión Nacional de Salud por medio de un comunicado.
El chico había estado en contacto con gallinas y otras aves criadas en su domicilio familiar, detallaba el texto oficial. Estos podrían suponer el origen de la infección, pues la variante H3N8 se ha localizado con anterioridad en animales como pájaros, perros e incluso focas; aunque hasta ahora nunca en humanos.
Este proceso, por el que un virus muta tras saltar entre varias especies, es conocido como zoonosis y constituye la hipótesis mayoritaria entre la comunidad científica para explicar el origen de la Covid. El organismo gubernamental ha asegurado que, de acuerdo a las muestras, este patógeno todavía no ha desarrollado la capacidad de contagiar humanos de manera masiva.
Mas allá de la especificidad de la variante, este caso no representa un fenómeno aislado. Múltiples tipos de gripe aviar circulan por China y varias han alcanzado a seres humanos. El año pasado, por ejemplo, un varón adulto de la provincia de Jiangsu inauguró la cuenta personal de la H10N3. Sin embargo, ninguna de ellas ha alcanzado cotas de transmisión significativas desde la H7N9, causante de al menos 300 fallecimientos entre 2016 y 2017.
“Un riesgo que no puede ser ignorado”
Entre este cóctel de variantes, pocas preocupan más a los expertos que la H5N8. Dos científicos chinos, Gao Fu y Shi Weifeng, publicaron en mayo del año pasado un artículo en la prestigiosa revista ‘Science’, alertando de que el virus supone “un riesgo que no puede ser ignorado” ante su capacidad de desencadenar una nueva pandemia.
Este “se aisló por primera vez en un pato de un mercado en la provincia de Jiangsu, también en China, en 2010”, explicaban, y desde entonces “se ha convertido gradualmente en el dominante a nivel mundial”. En 2014, la H5N8 provocó brotes entre pájaros salvajes y domésticos en Japón y Corea del Sur. Más tarde alcanzaría otros continentes, “manifestando ser propenso a una rápida expansión global [por medio de] aves migratorias”.
“Su evolución constante y potencial combinación con otros subtipos de gripe aviar merece atención cuidadosa”, alertaban los expertos. Este patógeno, además, también ha logrado ya dar el salto a los humanos. En febrero de ese año, siete trabajadores de una granja de gallinas se infectaron, aunque solo experimentaron síntomas leves.
El fin del Covid no representa el fin de las pandemias; quizás, al menos, un precedente para reaccionar con mayor prontitud y efectividad ante aquella inexorable: la próxima.