Cerro Porteño: Tribunal de la APF analiza castigo a Alan Benítez por su festejo
- El lateral de Cerro Porteño, Alan Benítez, celebró con una camiseta que incluía un mensaje bíblico, lo que podría costarle una sanción por parte de la Asociación Paraguaya de Fútbol.
- El Reglamento General de Competiciones prohíbe expresamente mensajes de carácter religioso, político o personal en el marco de los partidos oficiales.
- Un antecedente similar en 2014 terminó con la anulación de la sanción a Jorge “Conejo” Benítez, tras intensas discusiones en varios estamentos.

Alan Benítez está en el centro de la polémica tras su celebración durante el duelo entre Cerro Porteño y Recoleta en La Visera. El lateral derecho marcó un gol clave en el encuentro y festejó mostrando una camiseta blanca con un versículo bíblico, lo que podría derivar en una sanción por parte de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), en caso que el Tribunal de Disciplina decida intervenir.
El gesto, aunque para muchos emotivo y expresivo, contrasta con la normativa vigente. Según el Reglamento General de Competiciones de la APF, está “estrictamente prohibido exhibir mensajes políticos, religiosos, comerciales o personales en cualquier elemento relacionado con el partido, incluyendo uniformes, equipamientos y durante actividades como calentamientos, conferencias de prensa o entrevistas”. Esta disposición pretende evitar la instrumentalización del fútbol con fines ajenos al deporte y mantener la neutralidad en el ámbito competitivo.

En caso de confirmarse la infracción, la sanción podría ir desde una multa de Gs. 5.000.000 al club hasta medidas correctivas individuales para el jugador, con posibilidad de agravarse si existiera reincidencia. Las decisiones al respecto son competencia exclusiva del Tribunal Disciplinario de la APF, que se rige por el Código Disciplinario y los reglamentos oficiales.
La cuestión también pone sobre la mesa una aparente contradicción. El reglamento permite a la APF rendir homenajes a instituciones o personas destacadas por su aporte al deporte, como en el caso reciente del fallecimiento del papa Francisco. No obstante, el mismo reglamento aclara que “todo homenaje que la APF concediere, deberá estar siempre exento de cualquier significación de orden político, racial o religioso, o de causas puramente personales, que pudieran desvirtuar el principio eminentemente deportivo”.
El episodio revive un precedente emblemático. En 2014, Jorge “Conejo” Benítez, entonces jugador emergente, fue sancionado con cinco partidos de suspensión y una multa de tres salarios mínimos por un hecho similar: mostrar una remera con un mensaje religioso. Sin embargo, tras una fuerte polémica, el Tribunal de Apelación suspendió la sanción y más tarde la anuló, dejando un antecedente que aún resuena en los pasillos del fútbol nacional.

Hoy, la pelota está en el campo del Tribunal Disciplinario. Su decisión marcará no solo el destino inmediato de Alan Benítez, sino también el rumbo del debate sobre los límites de la expresión personal en el deporte profesional.