Casi 20 años del incendio del Ycuá Bolaños la tarea de mantener viva la memoria
- La Coordinadora de víctimas, familiares y personas amigas de afectados por el incendio del Ycuá Bolaños está preparando una agenda de actividades para conmemorar a las casi 400 vidas que se cegaron aquel 1 de agosto del 2004.
- El lugar se habilitó el 29 julio de 2022 y hasta ahora no cuenta con señalética, porque aún se siguen ajustando algunos detalles.
Este 2024 se cumplen 20 años de la tragedia del Ycuá Bolaños.
Christian Olmedo es una de las personas involucradas en la lucha por mantener viva la memoria de lo que ocurrió aquel fatídico domingo.
Su lucha y la de muchos otros sobrevivientes y familiares de víctimas del incendio del Ycuá Bolaños logró, entre otras cosas, que hoy exista un sitio de memoria, para no olvidar lo que ocurrió.
Olmedo integra el Consejo de la Coordinadora de víctimas, familiares y personas amigas de afectados por el incendio del Ycuá Bolaños, en el cual se involucró de lleno al perder a su hermana y sobrina en aquel incendio que le ocasionó una irreparable pérdida.
Entre las actividades que van ajustando aún para recordar aquel 1 de agosto del 2004, están preparando, charlas, talleres e intervenciones artísticas, entre otras.
La más destacada sería la visita de algunos representantes de la tragedia ocurrida en la discoteca de Cromañón, Argentina, en diciembre de ese mismo año.
Mantener vivo el recuerdo
“El 31 de julio era el cumpleaños de mi hermana; ella vivía en Limpio, pero vinieron a celebrar en la casa de un familiar en Trinidad. Ese 1 de agosto, cuando se disponían ir a su casa, pasaron previamente por el supermercado siniestrado junto a su hija y otras personas. En total, entraron cinco y solo una persona salió con vida”, rememoró Christian.
Desde ese entonces, tomó firmemente el compromiso de luchar por que no que se borré el por qué ocurrió la tragedia.
“Por ese lado, me avala ser partícipe de esta organización que incluye también a personas amigas y afectadas. Hubo un montón de gente que no perdió un familiar, pero en eso del rescate de la memoria, hay sacerdotes y religiosas que están trabajando con nosotros, personas muy valiosas”, recordó Olmedo.
Fue así como relató que fueron construyendo esto de la memoria, sobre todo colectiva. Los primeros dos años hicieron todos los domingos un recordatorio por cada familiar o por cada víctima y, de un tiempo a esta parte, las reuniones se realizan cada lunes.
Los recordatorios son mensuales y se realizan cada primer día del mes, no solamente los 1 de agosto. Esa es la dinámica de cómo va funcionando.
“No es solo la cuestión judicial, jurídica; es sobre todo la memoria, no es que solo nos vamos a rezar o llorar, sino que hacemos memoria. De nuestra parte surgió la propuesta de que se expropie el lugar, se hizo una ley para lograrlo, para que la Secretaría de Cultura esté a cargo. Estuvimos en todo ese proceso hasta conseguir ese espacio y sigue costando el proceso”, reflexiona el activista.
El memorial, una referencia a nivel regional
El Sitio de Memoria y Centro Cultural 1-A Ycuá Bolaños es considerado una referencia no solo en el país, sino prácticamente a nivel regional por ser el único sitio de memoria con estas características y dimensión.
Para Christian Olmedo, no solo se trata de la reparación económica, sino también de una reparación histórica, donde se cuenta qué fue lo que pasó.
“Hay cosas que siguen ocurriendo, por ejemplo, en el sistema de prevención de incendios. Uno sigue viendo que la misma puerta de ingreso es su salida de emergencia. La preparación en prevención, mucha gente sigue creyendo que todo se reduce a tener matafuegos, eso es parte nada más, la señalética, eso lleva un tiempo, un proceso, que se implemente en todos los espacios” afirmó.
Pasaron dos décadas, prácticamente sin cambios en cuanto a los controles de seguridad integral.
La organización fue clave
En la Coordinadora de víctimas, familiares y personas amigas de afectados por el incendio del Ycuá Bolaños, actualmente figuran 40 miembros activos.
“Quedamos nosotros, el resto de las personas continúan con su vida, tienen que vivir. Yo no decidí que haya un 1 de Agosto, me cortó mi vida, yo estaba estudiando locución en aquel momento. La gente debe recuperar su vida, están los que, como nosotros, tuvimos la experiencia de estar en un proceso organizativo, entendimos que esto es lo que nos daría resultado. Pensamos que teníamos que estar aquí para lograrlo” sentenció.
Permanecer en todo el proceso fue como una carrera de resistencia. “Estar todos los lunes en una reunión, de 18:00 a 20:00, durante 20 años, eso es un compromiso muy grande, entonces se trataba de resistir”, exclamó.
Otro punto muy importante para el activista es lo que cada uno considera como justicia. “Para algunos recibir víveres es justicia o incluso obtener un cargo en la municipalidad. La justicia para muchos es diferente, para nosotros es haber logrado este espacio de lucha”, explicó Christian.
En cuanto al proceso organizativo, es lo que les permitió tener más herramientas para ser resilientes.
“Justamente, no enfocándose en lo judicial o psicológico, hubo un momento de apoyo psicológico y después eso desapareció por tema presupuestario”, recordó.
Por otra parte, mencionó sobre la visión de la Coordinadora, hablando en términos de justicia. “No hay justicia porque no se aprendió desde la prevención de incendios, porque todavía se valoran más las mercaderías que las vidas de las personas. No hay justicia porque, en términos de la historia, no se incluye en los libros, por ejemplo”, mencionó.
Sitio de Memoria 1-A Ycuá Bolaños
De entre las cenizas se levantó el Sitio de Memoria 1-A Ycuá Bolaños, en donde los integrantes de la coordinadora acompañaron todo el proceso desde el comienzo. Se vieron los planos, el proceso del diseño, la licitación para la construcción y a la hora de diseñar se tuvo la colaboración tanto de la Secretaría de Cultura como del Colegio de Arquitectos.
“Tuvimos voz y voto, no estuve en esa instancia como tal, pero seguí todo el proceso; decidimos que se tenga verde, espacios abiertos y rescatar tres puntos importantes. Lo primero, la Torre, a la que se le llamó Espacio 0, dedicado más a las familias como un lugar ecuménico. El otro punto es la Escalera, demostrando que era la única entrada al supermercado, como testimonio. Por último, la Rampa, que es donde fallecieron la mayor cantidad de personas, mientras que arriba solicitamos que sea abierto y que caiga el chorro de agua”, contó Olmedo.
De esa manera, la idea es ir enfatizando el deseo de brindar otra perspectiva, sin olvidar la pérdida y que sea un espacio de encuentro, un poco más alegre.
“Yo le recuerdo a mi hermana sonriendo, cantando música, bailando, escribiendo poesía, así le recuerdo a mi hermana. Queremos dar otra mirada más allá de la lástima, ya que desde ahí, hay pocas posibilidades de crecer”, reflexionó ante su pérdida
Un espacio con puertas abiertas
Uno de los proyectos en el Sitio de Memoria es llegar a intervenir el lugar en ciertos espacios, pero tomando ciertos criterios.
“Yo creo que podría llegar a ser algo entretenido. Además, falta la parte de museología con las cosas que se pudieron rescatar, ya que eso tiene sus manejos. También, la idea es tener un archivo y poder hacerlo lo más interactivo posible, a través de algún enlace que conecte con la Secretaría de Cultura”, se explayó.
El lugar más dinamizado es el auditorio, donde ya se presentaron algunas contrapartidas.
“No queremos que sea un espacio abierto solo en horario de oficina, se pretende que sea un lugar con las puertas abiertas en más horarios. Ojalá se logren algunas alianzas con la parte de turismo y lograr que haya una cantina. Hay algunas cuestiones para seguir afinando”, culminó Christian Olmedo.