Brasil: la falta de información de Covid-19 recuerda la epidemia de meningitis en la dictadura del país
- “Lealtad militar extrema, incluso si es estúpido y genocida. La información es la primera línea de defensa del individuo”, resumió Henrique Mandetta, ex ministro de salud de Brasil, sobre la decisión del gobierno brasileño de eliminar de la divulgación oficial el número total de casos y muertes por coronavirus, el sábado pasado (6). Ahora, solo se muestran los números de las últimas 24 horas.
Por: Paulinho Alfaro.
La eliminación de información de los datos consolidados, que también se ilustra en una curva por fecha de notificación y semana epidemiológica, evita una percepción más clara de cómo se comporta el virus, además de debilitar la Ley de Acceso a la Información, que regula el derecho constitucional a el acceso de los ciudadanos a la información pública, en Brasil, desde 2011.
Otras son las consecuencias negativas que la falta de información puede traer al país en una epidemia, y lo hizo en el siglo XX. El abogado Augusto de Arruda Botelho, comentarista del canal ‘CNN Brasil’, afirmó que “sin datos correctos y precisos, a pesar de que existen graves problemas de subregistro, es imposible planificar políticas públicas y políticas de salud“.
Coincidencias negativas con otra epidemia
Brasil se sometió a una dictadura militar, de 1964 a 1985. En un escenario de información restringida, una epidemia de meningitis comenzó en el país en 1971, que se prolongó hasta 1975. En ese momento también había camas de hospital llenas y falta de transparencia por parte del Estado al tema.
En ese momento, las clases y los eventos deportivos también se suspendieron para evitar el contagio, pero las medidas tuvieron lugar solo en los últimos años del problema, cuando la enfermedad se extendió por todo Brasil.
El brote comenzó en una región pobre del estado de São Paulo (región Sudeste), y la falta de políticas públicas y de salud, sumada a una realidad antidemocrática de restricción de la información, se originó en varias muertes, especialmente de personas que murieron por falta de atención.
Los militares de ninguna manera permitieron que se abordara el problema, ni revelaron datos: reflejados en ausencia de un número correcto sobre el total de casos y muertes. Según las autoridades de la época, el silencio en el lugar tenía como objetivo evitar el pánico en la sociedad, además de la preocupación por la seguridad nacional.
La realidad actual del coronavirus en Brasil es peor en proporción a la tragedia y, a diferencia de la epidemia de meningitis, los periodistas no tienen prohibido abordar el tema, en un escenario totalmente diferente, sin censura y autoritarismo.
Sin embargo, la falta de datos precisos por parte del Estado actualmente con la pandemia de coronavirus recuerda la falta de transparencia en el período de 1971 a 1975, donde ambos también se identifican porque es un problema de salud.
