Bachibabies y allegados sin título llenan las oficinas del Congreso bajo la presidencia de Bachi Núñez

• Basilio “Bachi” Núñez, presidente del Congreso, firmó 455 contratos desde julio, muchos de ellos para jóvenes que solo han completado el bachillerato.
• Fueron contratados para cubrir cargos administrativos en oficinas de senadores del sector cartista, con sueldos de entre G. 4 millones y G. 6 millones.
• La lista incluye a Octavia Monserrat Ovelar, María Jimena González y Adalberto Resquín Trinidad, quienes se suman a una estructura política que Núñez justificó como parte de sus atribuciones.

El presidente del Congreso Nacional, Basilio “Bachi” Núñez, firmó 455 nuevos contratos que han causado indignación entre la ciudadanía. Entre los beneficiados, varios jóvenes que solo completaron el bachillerato perciben salarios mensuales que oscilan entre G. 4 millones y G. 6 millones, ocupando cargos administrativos y de confianza en diferentes oficinas de la Cámara Alta.

A pesar de la creciente crítica pública hacia la corrupción y el clientelismo en las instituciones del Estado, la práctica de asignación de cargos y pagos de favores persiste en el Congreso. Basilio Núñez, en lugar de implementar los recortes que había prometido al asumir la presidencia en julio pasado, consolidó la estructura de empleos vinculados a clanes familiares y personas sin experiencia profesional relevante, en muchos casos asociados con el sector cartista y sus aliados.

Uno de los casos más cuestionados es el de Octavia Monserrat Ovelar Duarte, de 21 años, quien fue contratada como auxiliar administrativa en la Cámara de Senadores con un salario mensual de G. 5 millones. A esta contratación se suma la de María Jimena González, de 20 años, como asistente administrativa en la Dirección General de Administración Financiera, con un sueldo de G. 4 millones, firmada el 30 de septiembre.

Otros beneficiados son Paolo Romeo Díaz Fiorotto, Luis Armando León Chávez, y Adalberto Resquín Trinidad, todos con sueldos que oscilan entre G. 4.5 millones y G. 5 millones. Ninguno cuenta con título universitario, y varios de ellos se desempeñarán en oficinas de senadores del sector cartista. Estos empleos se justifican bajo el pretexto de “cargos de confianza”, pero no presentan funciones específicas.

Uno de los casos que más ha llamado la atención es el de Erika Alarcón, nutricionista, quien fue contratada para trabajar en la oficina del presidente del Congreso con un salario de G. 5 millones. Alarcón obtuvo un puntaje de 0 en un reciente concurso público para la Cámara de Diputados, lo cual no impidió que Núñez la contratara en la Cámara Alta.

“Todo está dentro de mis atribuciones”

Ante las críticas, Núñez justificó las contrataciones afirmando que están dentro de sus competencias como titular del Congreso. “Soy presidente del Congreso y lo que estoy haciendo está dentro de mis atribuciones. Hasta el momento, firmé 455 contratos”, declaró Núñez de manera tajante.

La postura de Núñez contrasta con sus declaraciones al asumir en julio, cuando anunció que se realizarían recortes y se revelaría la lista de cargos de confianza contratados en periodos anteriores. Sin embargo, los documentos divulgados por la radio 1080 AM y las críticas de la opinión pública sugieren que la administración de Núñez siguió por el camino de las viejas prácticas de nepotismo y clientelismo que alimentan la desconfianza en las instituciones públicas.