Anoniquia congénita: la extraña condición que puede dejarte sin uñas en manos y pies
- La anoniquia congénita es una condición poco frecuente que provoca la ausencia total o parcial de uñas en los dedos de manos y pies.
- Puede ser de origen genético, consecuencia de traumatismos severos o infecciones fúngicas persistentes.
- Desde el uso de uñas acrílicas hasta el seguimiento profesional son los tratamientos que ayudan a evitar complicaciones.
La anoniquia congénita es una alteración poco común caracterizada por la ausencia total o parcial de uñas en las manos y los pies. Aunque su nombre puede sonar alarmante, es una condición benigna que no compromete la salud general de quienes la padecen. Sin embargo, puede generar preocupaciones estéticas y afectar la sensibilidad de los dedos, ya que las uñas desempeñan un papel protector en las extremidades.
Los especialistas del Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana (ICOPCV) advierten que esta condición no solo es congénita, sino que también puede desarrollarse a lo largo de la vida debido a diferentes factores.
La anoniquia puede presentarse por diversas razones:
- Origen genético: Algunas personas nacen sin uñas debido a mutaciones hereditarias.
- Traumatismos severos o repetitivos: Golpes constantes en los dedos pueden dañar el lecho ungueal e impedir el crecimiento de la uña.
- Infecciones fúngicas persistentes: Algunos tipos de hongos pueden afectar la matriz ungueal y evitar que la uña vuelva a crecer correctamente.
Junto con la anoniquia, pueden aparecer otras alteraciones en los dedos, como la clinodactilia del meñique (curvatura anormal del dedo pequeño) o el síndrome de Iso-Kikuchi, una afección que puede incluir duplicación de huesos en los dedos.
Si bien la anoniquia no tiene cura cuando es congénita, existen soluciones estéticas y funcionales para mejorar la apariencia y protección de los dedos. En los casos congénitos, se pueden colocar uñas artificiales para mejorar la apariencia, especialmente en temporadas donde los pies están más expuestos, como en verano.
En casos de traumatismos o infecciones, un podólogo puede evaluar el lecho ungueal y recomendar tratamientos para favorecer el crecimiento de la uña. Mantener una higiene adecuada en manos y pies, evitar caminar descalzo en lugares públicos y tratar a tiempo cualquier infección fúngica puede reducir el riesgo de anoniquia adquirida.
En cualquier caso, ante la ausencia de uñas o cambios en su crecimiento, lo mejor es acudir a un especialista para un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado.
