Albert Ramdin toma las riendas de la OEA en medio de tensiones y desafíos
- El diplomático surinamés será el primer caribeño en liderar la organización hemisférica.
- Fue elegido por aclamación tras la retirada del candidato paraguayo.
- Su mandato iniciará el 25 de mayo, con el reto de recomponer el prestigio y la unidad del organismo.

El canciller de Surinam, Albert Ramdin, ha sido elegido este lunes como nuevo secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en un momento crucial para el organismo, marcado por crisis políticas, divisiones ideológicas y serias dificultades financieras. La elección se llevó a cabo por aclamación durante una asamblea general extraordinaria celebrada en Washington, tras la retirada del único rival, el paraguayo Rubén Ramírez.
Con 67 años y una larga trayectoria diplomática, Ramdin se convertirá, a partir del próximo 25 de mayo, en el primer líder caribeño al frente de la OEA, sucediendo al uruguayo Luis Almagro. No es un desconocido para la institución: ya fue secretario general adjunto entre 2005 y 2015, lo que le otorga una ventaja en cuanto al conocimiento interno del organismo y sus dinámicas.
Aunque su elección fue recibida con felicitaciones y sonrisas, no tardaron en aflorar las divisiones políticas entre los países miembros. La secretaria de Relaciones Exteriores de Brasil, Maria Laura da Rocha, lanzó duras críticas a la gestión saliente y cuestionó el rumbo de la organización.

“La OEA ha optado por la sanción en lugar del diálogo y la diplomacia”, señaló la funcionaria brasileña, en alusión a la postura del organismo en crisis como las de Venezuela y Nicaragua. Según sostuvo, la organización ha perdido legitimidad al tomar partido en conflictos internos, en vez de actuar como puente de negociación.
Ramdin, sin embargo, ha insistido en las últimas semanas en la necesidad de reconstruir consensos y fortalecer el multilateralismo. Su enfoque parece alineado con la visión de países como Brasil, que apuestan por el entendimiento antes que por las sanciones.
Estados Unidos, el mayor contribuyente financiero de la OEA, respaldó firmemente su nombramiento. “Estamos seguros de que hará un excelente trabajo”, afirmó Michael Kozak, funcionario del Departamento de Estado.
El nuevo secretario general tiene por delante la compleja tarea de restaurar el prestigio y la cohesión de la OEA, en un contexto regional profundamente polarizado y con múltiples focos de tensión. Su experiencia y diplomacia serán puestas a prueba desde el primer día.
