Agravamiento de la pandemia presiona a Jair Bolsonaro
- Brasil superó los 2.000 muertos diarios de Covid-19 por primera vez desde el comienzo de la pandemia, mientras su presidente, Jair Bolsonaro, intenta paliar el desgaste provocado por su negacionismo, objeto de mordaces críticas de su rival político, Luiz Inácio Lula da Silva.
Desde hace dos semanas Brasil suma un récord tras otro de víctimas por el coronavirus, una trágica marca que confirma al país como el epicentro mundial de la pandemia un año después de que fuera decretada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
MÁS DE 2.200 MUERTOS. El país encadenó este jueves dos jornadas consecutivas con más de 2.200 muertes por Covid, enfermedad que ya deja más de 272.000 víctimas mortales y unos 11,2 millones de contagios en el país.
De acuerdo con el más reciente balance del Ministerio de Salud, el gigante suramericano registró en las últimas 24 horas 2.233 fallecimientos por el virus, 53 menos que el récord alcanzado la víspera, cuando fueron notificados 2.286 óbitos por el Covid.
Los científicos coinciden en que todavía no ha sido alcanzado el pico de la curva de una segunda ola más letal que la primera.
El grave recrudecimiento de la crisis sanitaria y el lento proceso de vacunación han comenzado a pasar factura al líder de la negacionista ultraderecha brasileña en momentos en los que varios estados del país ya han entrado en colapso sanitario.
Bolsonaro ha desdeñado en innumerables ocasiones la gravedad de la pandemia y criticado con rigor a los Gobiernos regionales que han adoptado medidas para restringir el tránsito de personas y todas las actividades productivas, a las que se opone por el efecto que tienen sobre la economía.
También llegó a poner en duda la eficacia de las vacunas contra el Covid-19, la cual ya ha adelantado que no se aplicará.
Pero pareció dar un sutil giro, al menos momentáneo, coincidiendo con la vuelta al ring político de su principal rival, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuyas condenas por corrupción fueron anuladas y le abrieron la puerta para una candidatura de cara a las elecciones de 2022, en las que Bolsonaro probablemente buscará su reelección.
Aunque no despejó su futuro político, el carismático líder del Partido de los Trabajadores (PT) ya habla como candidato y se ha alzado como un contrapunto a Bolsonaro en la lucha contra la pandemia. En medio de ese escenario, São Paulo dio un nuevo giro de tuerca y determinó este jueves la prohibición de misas y cultos, así como la suspensión de eventos deportivos, como partidos de fútbol. EFE