Chipa de amor y fé
- Doña Concepción y doña Catalina, son las encargadas de preparar la masa y dar molde, a la tradicional comida, característica de la Semana Santa paraguaya, actualmente son 9 los abuelitos que residen en el lugar.
- Los ingredientes para la preparación fueron acercados por Obdulio González, quien a su vez realizó las gestiones ante sus amigos, siendo Zacarías Campuzano, quien realizó el donativo de unos seis kilos de ingredientes.
En la mañana de este miércoles santo, 28 de marzo, en el Hogar de Ancianos Juan Pablo II de Coronel Oviedo se cumplió con la tradición de la elaboración de la chipa paraguaya, gracias a la solidaridad de varios benefactores.
Tal es que fueron dos de las nueve residentes del lugar, las abuelas; Concepción (80) y Catalina (83), las encargadas de preparar la masa y dar molde a la típica especialidad gastronómica de la Semana Santa paraguaya.
Fue Don Obdulio González, conocido benefactor y colaborador del Hogar de Ancianos, quien hizo entrega de los ingredientes para la chipa, elementos donados por Zacarías Campuzano, nos contó y agradeció Don Obdulio.
La elaboración de la chipa rondó unos diez kilos de masa preparada con los habituales ingredientes; harina de maíz, almidón, grasa de cerdo, queso Paraguay, huevos, leche, sal, anis, entre otros, nos cuenta la abuela Concepción, la encargada del preparado.
De dar molde y ayudar en la elaboración, se encargó la abuela Catalina, que junto con su compañera son las dos que gozan de buena salud para poder trabajar en esta “faena”, apoyadas por la cocinera del Hogar de Ancianos, doña Lili.
Las entusiastas abuelitas se mostraron muy agradecidas para con los benefactores, destacaron igualmente que, la actividad de preparación de la chipa les ayuda a mantener viva la tradición paraguaya, también hace propicia la mayor integración con la comunidad y con ellos mismos; “Veremos hasta cuándo nos dura la cantidad de chipa que hacemos, nos ha de alcanzar por al menos una semana, a todos los compañeros”, dijo la abuela Concepción.
El momento incluso fue aprovechado por la abuela Concepción, quien hizo alarde de sus “años de moza”, recordando que gran parte de su juventud y adultez mayor, se desempeñó como chipera, en las calles de Coronel Oviedo.
