En mayo llega una cartelera teatral diversa en Asunción
- Asunción se llena de teatro este mayo con una cartelera diversa que invita a sentir, reflexionar y reír, entre comedias, teatro-danza y clásicos universales.
- El teatro asunceno apuesta por la diversidad escénica: humor negro, drama, unipersonales y propuestas experimentales confluyen en una misma cartelera.
- De las carcajadas a la emoción profunda, mayo confirma al teatro como espacio de encuentro, memoria y celebración cultural en la capital.

Por las calles de Asunción ya resuenan ecos de risas, confesiones, bailes y silencios compartidos. Mayo llegó cargado de teatro, y con él, una invitación abierta a sentir y pensar a través de la escena. Este mes, la cartelera local es un mosaico vibrante donde lo íntimo y lo colectivo se abrazan, desplegando una variedad de obras que recorren géneros, estéticas y generaciones.
En el barrio Aty Guasu, una fiesta barrial se transforma en escenario vivo. “Aty Guasu”, dirigida por Luis Corrales, convierte lo cotidiano en ritual: a través del mombe’u, la palabra oral, los recuerdos y las tensiones del pasado irrumpen para dialogar con el presente. Con humor, símbolos y un trabajo corporal intenso, la obra cruza lo ancestral con lo actual en una celebración que hace del barrio un espejo del alma. Sus funciones, previstas para el 10, 11 y 18 de mayo en el Espacio Ñakyra, prometen encuentros donde la historia y la risa se entrelazan.
Unos metros más allá, la música de la guarania palpita entre pasos y melodías. En el Teatro de las Américas, Fidel Rojas presenta “Guarania – Purahéi Asy”, una propuesta de teatro-danza experimental que homenajea al maestro José Asunción Flores. A través de un elenco coral y una puesta en escena que respira la esencia de la polca paraguaya, la obra reconstruye la historia de este género emblemático, hilando canciones y memoria colectiva en un tributo emotivo y sensorial.
El humor también encuentra su espacio en “Reinas”, la comedia de Patricia Reyna que retrata con chispa y ternura la convivencia de cinco mujeres —seis en realidad, o tal vez no— en una residencia para adultos. Entre travesuras y confesiones, la obra despliega una mirada lúcida y desopilante sobre las complicaciones de la vejez, con funciones el 18 y 19 de mayo en Casa Mayor.
La risa se expande aún más con “Crisis de los casi 40”, el unipersonal de Dave Weil que vuelve a escena tras agotar entradas en marzo y abril. En esta única función, el viernes 9 de mayo en el Teatro Latino, Weil promete más carcajadas con una puesta renovada que mezcla humor generacional, audiovisual y una reflexión sobre el paso del tiempo que resuena en quienes ya se asoman al umbral de las cuatro décadas.
La comedia sigue con “No somos nada”, escrita y dirigida por Hugo Luis Robles, donde una familia tradicional se enfrenta al caos tras la muerte de Niní, su matriarca. Con un elenco cargado de figuras reconocidas, la obra se presenta en la Sala Molière de la Alianza Francesa durante dos fines de semana consecutivos, hilando situaciones insólitas que arrancan carcajadas mientras retratan las entrañas familiares.
Y mientras algunas obras cierran ciclos —como “Divorciadísima”, el emotivo y divertido unipersonal de Lali González que llega a su despedida—, otras abren nuevas miradas hacia los clásicos. Así lo hace “Largo viaje de un día hacia la noche” en Arlequín Teatro, donde Marcela Gilabert dirige y adapta la célebre pieza de Eugene O’Neill. Ambientada en 1912, la obra desvela los conflictos internos y las heridas de una familia, tendiendo un puente entre el drama de época y las resonancias contemporáneas.

Mayo despliega un mapa teatral diverso, donde cada obra es una puerta abierta al encuentro, la risa, la memoria y la emoción.