Separan a director de la SEME tras la muerte de un niño en Presidente Franco
- La ministra de Salud, María Teresa Barán, ordenó la remoción del director del SEME, Christian Raúl González, tras la muerte de un niño de 8 años que esperaba una cama de terapia intensiva
- La denuncia de un médico revela que el menor, con shock séptico por dengue, fue trasladado a un sanatorio privado a 74 kilómetros, al no encontrar disponibilidad en hospitales públicos.
- La crisis en la red de emergencias hospitalarias expone la falta de infraestructura y planificación en el sistema de salud.

El Ministerio de Salud destituyó al director del Servicio de Emergencias Médicas Extrahospitalarias (SEME), Christian Raúl González, tras la muerte de un niño de 8 años que esperaba ser trasladado a una Unidad de Terapia Intensiva (UTI) en el Departamento de Alto Paraná. La ministra María Teresa Barán firmó la Resolución 89, ampliando la intervención del Hospital Distrital de Presidente Franco, del SEME y de la Dirección de Terapias Intensivas.
Según los reportes, el menor sufrió un shock séptico por dengue y requerió atención urgente en terapia intensiva. Sin embargo, el SEME informó que “no había camas disponibles en los hospitales públicos del país”. Ante esta situación, los familiares y el personal médico recurrieron a la vía judicial para asegurar un lugar en un centro privado.
El caso tomó mayor relevancia tras la denuncia realizada en redes sociales por el médico Juan Del Puerto González, quien reveló que, en lugar de trasladar al niño a un hospital público más cercano, “se optó por enviarlo a un sanatorio privado en Santa Rita, ubicado a 74 kilómetros del Hospital Distrital de Franco”. Lamentablemente, el menor falleció durante el traslado.

Ante la indignación pública y el cuestionamiento a la gestión del SEME, la ministra Barán resolvió apartar a González y designar al doctor Alberto Rojas como coordinador de la intervención, asumiendo también la dirección interina del servicio. Rojas tendrá la facultad de reorganizar las funciones dentro del SEME para mejorar su operatividad.
El trágico desenlace ha puesto en evidencia las deficiencias estructurales del sistema de salud, especialmente en lo que respecta a la gestión de emergencias y la disponibilidad de camas en terapia intensiva. Diversos sectores exigen medidas urgentes para evitar que nuevas víctimas sufran por la falta de infraestructura y planificación.
“No podemos seguir perdiendo vidas por negligencias evitables. Necesitamos inversión en salud y una mejor organización del SEME”, expresó un profesional de la salud que prefirió mantener el anonimato.