De las 741 camas de UTI que había en pandemia, Salud tiene 132 menos hoy día
- La disminución en la cantidad de camas UTI se atribuye en gran parte a donaciones que quedaron en desuso por falta de mantenimiento.
- El doctor Arturo Cáceres, director de Terapias de Salud Pública, manifestó que muchos equipos donados durante la pandemia no contaron con el soporte necesario.
- El Ministerio de Salud mantiene vigente un convenio con el sector privado para la derivación de pacientes a terapia intensiva como parte de un plan de contingencia.
En Paraguay, la disponibilidad de camas de Unidad de Terapia Intensiva disminuyó drásticamente en los últimos años, pasando de 741 durante la pandemia a solo 609 en la actualidad. De estas, apenas 142 están destinadas a recién nacidos.
La reducción en la cantidad de camas, que incluye 132 que ya no están operativas, dejó con una gran preocupación sobre la capacidad del sistema de salud para atender a los pacientes críticos, lo que, lamentablemente, resultó en la muerte de seis menores en las últimas semanas.
El doctor Arturo Cáceres, actual director de Terapias de Salud Pública, explicó que muchas de las camas que se habilitaron durante la pandemia fueron donaciones que quedaron en desuso por falta de mantenimiento. “Esos equipos se desgastan con el tiempo y, al no contar con soporte, se vuelven inoperativos”, señaló.
El Ministerio de Salud está trabajando para recuperar estas camas y adquirir nuevos equipos. Sin embargo, el déficit de médicos intensivistas sigue siendo un gran obstáculo. Cáceres subrayó que la escasez de especialistas complicó la habilitación de más unidades de terapia intensiva, un problema que se agravó desde el fin de la pandemia.
Para abordar esta situación, se propuso una ley de estímulo para hacer la especialidad más atractiva, con la esperanza de que este año se gradúen más médicos en terapia intensiva que en años anteriores. A pesar de los esfuerzos, muchos médicos abandonaron la especialidad debido a la alta carga emocional y física.
La colaboración con el sector privado para la derivación de pacientes continúa vigente como plan de contingencia, especialmente en momentos de crisis, como un brote de dengue. Ante los consecutivos fallecimientos de recién nacidos, la reacción de la ciudadanía fue exigir respuestas y responsabilidad, especialmente hacia la ministra de Salud, María Teresa Barán, quien mantiene el respaldo del presidente Santiago Peña.
