El Papa Francisco tiene una carta de renuncia firmada desde 2013
- Una carta guardada en el Vaticano, redactada en forma de prevención en caso de que la salud le falle
- El Papa tomó precauciones apenas asumió su misión
- Pese a todo, sigue firme en su compromiso de por vida y esta renuncia solo se haría efectiva en caso de que su estado de salud empeore
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El Papa Francisco tiene una carta de renuncia firmada desde 2013, poco después de asumir su pontificado, como una medida preventiva en caso de sufrir una enfermedad grave que le impida desempeñar sus funciones. Este documento sigue la línea de su antecesor, Benedicto XVI, quien renunció en 2013 por razones de salud.
En diversas entrevistas, Francisco ha explicado que esta carta se activaría solo en caso de un “impedimento físico grave”. A pesar de su reciente hospitalización en febrero de 2025 por una neumonía bilateral, el Vaticano ha informado que su condición ha mostrado mejoría y que continúa cumpliendo con sus responsabilidades desde el hospital.
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A lo largo de su papado, Francisco ha insistido en que su ministerio es “ad vitam” (de por vida) y que no tiene intención de renunciar mientras pueda seguir desempeñando sus funciones. Sin embargo, la existencia de esta carta genera debate dentro de la Iglesia sobre la posibilidad de establecer mecanismos claros para una sucesión en caso de incapacidad del pontífice. La renuncia de Benedicto XVI marcó un precedente histórico y dejó abierta la discusión sobre los límites del papado vitalicio.