¿Qué esconde el ducto del hospital?
Silvio “Beto” Ovelar se atribuye la paternidad del Gran Hospital de Coronel Oviedo. Sin embargo, guarda silencio sobre un punto clave: la planta de tratamiento de residuos hospitalarios y su conexión con el río Tebicuary. La comunidad denunció un posible vertido clandestino, pero el senador evita pronunciarse.
Por: Cristian Bianciotto.
Hay algo que me sigue haciendo ruido. Y con el paso de los días, ese ruido se hace más fuerte.
El senador Silvio “Beto” Ovelar dijo hace poco: “Si al Gran Hospital de Coronel Oviedo le tuvieran que revisar el ADN, van a encontrar que tiene el mío: SAOB”, haciendo referencia, claro, a sus iniciales: Silvio Adalberto Ovelar Benítez.
Él se atribuye todos los méritos de esta gran obra financiada con dinero del Estado paraguayo. Semana tras semana recorría la construcción, mostraba el avance, elogiaba la calidad de la infraestructura, los equipamientos, los muebles, las camillas, el piso, las paredes… hasta la señalética.
Pero hay algo que nunca mostró. Algo de lo que nunca habló.
Ni una sola mención a la planta de tratamiento de residuos hospitalarios, esa que hoy se promociona como la más moderna y efectiva de la región.
Cuando la comunidad se levantó contra el proyecto de vertido de estos residuos en el río Tebicuary, ¿qué hizo el senador Ovelar? Dijo que no sabía nada. Y cuando fue consultado, se llamó al silencio porque, según él, “la dialéctica política” podía jugarle en contra.
Pero resulta que hay una coincidencia llamativa.
Cuando la gente de Aguapety descubrió el proyecto de vertido, salió a la luz un relato que podría explicar ese silencio. Y que podría explicar también por qué jamás habló del tema.
La familia de Beto Ovelar tiene un frigorífico en Aguapety. Un frigorífico cuyos efluentes, según los pobladores, serían vertidos por el mismo ducto que conectará al hospital con el Tebicuary. Un camuflaje perfecto. Los residuos hospitalarios servirían de cobertura para los desechos del frigorífico familiar, que terminarían en el mismo río.
¿Es una idea descabellada? No lo creo.
Porque si este hospital tiene el ADN de Beto Ovelar, entonces también tiene su forma de hacer las cosas. Y no sería la primera vez que se descubre un manejo turbio detrás de él. Basta recordar su esquema de compra de cédulas para el fraude electoral.
Cuando se trata de hablar de este tema con las autoridades responsables—los ministros del MADES, de Obras, de Salud—Ovelar desaparece. En los medios y en la única reunión en la que participó, dice estar en contra del vertido. Pero a la hora de sentar postura ante quienes realmente toman las decisiones, se esfuma. Como lo hizo el lunes pasado.
Miremos su historial y entenderemos por qué el Gran Hospital de Coronel Oviedo, en vez de ser una solución, se ha convertido en un problema. Desde su construcción, hasta la polémica y opaca selección de funcionarios.
Evidentemente, tiene el ADN de Beto Ovelar.
