Avión privado se estrelló contra una casa en Argentina, y murieron piloto y copiloto
- Un avión privado modelo Challenger 300 se despistó al aterrizar en el aeropuerto de San Fernando y chocó contra una vivienda.
- El accidente dejó como saldo la muerte del piloto y el copiloto, únicos ocupantes de la aeronave, que perteneciente a la familia del empresario Jorge Brito.
- Ambos pilotos contaban con licencias y certificaciones en regla, mientras que la aeronave cumplía con todos los estándares de seguridad.
Un avión privado modelo Challenger 300, matrícula LV-GOK, protagonizó un trágico accidente este mediodía mientras intentaba aterrizar en el aeropuerto de San Fernando, provincia de Buenos Aires. La aeronave, perteneciente a la familia del empresario Jorge Brito, se despistó en la pista, atravesó el alambrado perimetral y chocó contra una vivienda cercana, provocando la muerte del piloto y copiloto, quienes eran los únicos ocupantes.
El siniestro ocurrió cerca de las 13:18 horas, cuando el avión regresaba de Punta del Este. Testigos indicaron que la aeronave “entró pasada a la pista y no pudo frenar”, lo que derivó en el impacto con casas ubicadas en la intersección de José Terry y Charlín, una zona residencial lindera al aeropuerto. Tras el choque, se produjeron explosiones que alarmaron a los vecinos.
“Estaba bañándome cuando escuché el ruido. Mi bebé estaba durmiendo en la habitación donde explotó todo”, relató notablemente afectada, la propietaria de la vivienda a medios locales. Aunque la estructura de la casa no colapsó, presenta graves daños.
Vecinos de la zona fueron evacuados como medida preventiva, aunque no se registraron más víctimas fatales ni heridos graves. Las primeras unidades de emergencia, compuestas por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Bomberos y agentes de la Policía Federal, tardaron al menos siete minutos en llegar al lugar.
Especialistas señalaron que la demora y la falta de herramientas adecuadas para abrir la cabina pudieron influir en el fatal desenlace.
Las autoridades confirmaron que el avión cumplía con los estándares de seguridad y que los pilotos, identificados como Martín Fernández Loza y Agustín Orforte, tenían todas las licencias en regla y estaban familiarizados con la ruta y el aeropuerto.
La Junta de Investigación de Accidentes y el Juzgado Federal N°1 de San Isidro, a cargo de Sandra Arroyo Salgado, lideran las investigaciones para esclarecer las causas del siniestro.
La historia de ambos pilotos está marcada por eventos trágicos. Fernández Loza, de 46 años, había sufrido un violento robo en 1998 que lo dejó en coma tras caer de un tren, luego de forcejear con el delincuente. Por su parte, Agustín Orforte perdió a su padre en un accidente aéreo ese mismo año, cuando el helicóptero que pilotaba se precipitó en el barrio privado Buenos Aires Golf.