Reclaman omisión de auxilio por parte del dueño de los pitbulls que atacaron a una mujer en Coronel Oviedo
- Cinthia Monzón, sobrina de la víctima, sospecha que el propietario de la granja, Yunis Admen Guerreros, pudo haber llevado a Juliana al lugar con intenciones desconocidas.
- Ante la falta de apoyo de los responsables, piden la solidaridad de la comunidad para cubrir los gastos médicos y de alimentación, ya que la víctima requiere cuidados especiales.
- Monzón aseguró que Yunis Admen Guerreros, dueño del lugar, dio versiones contradictorias sobre su presencia en el lugar durante el ataque a Juliana Benítez.
La familia de Juliana Benítez Pereira, la mujer de 36 años que fue gravemente atacada por varios perros pitbull en Coronel Oviedo, denuncia la omisión de auxilio por parte de Yunis Admen Guerreros, propietario del establecimiento donde ocurrió el ataque.
En contacto con el programa Hablando Claro emitido por Radio América 95.3 FM, la sobrina de la víctima, Cinthia Monzón, explicó que, aunque no sabe cómo Juliana llegó al lugar, sospecha que el propietario podría haberla llevado al establecimiento con segundas intenciones, ya que las cercas eléctricas y el portón candado de la propiedad dificultaban el acceso.
“El señor dijo que tenía vallas eléctricas y que el portón estaba candado, lo que nos hace sospechar que ella pudo haber sido llevada allí por él o alguien más”, señaló Monzón. Además, mencionó que Admen Guerreros no mostró interés por el estado de salud de su tía, y que en lugar de ofrecer ayuda, se mostró confrontativo, afirmando en una llamada telefónica que no asistiría a la familia debido a la denuncia realizada.
Indicó también que Juliana tiene antecedentes de problemas psiquiátricos, por lo que no sorprende que saliera de su hogar sin control, aunque aseguró que en ningún momento su tía intentó robar. “El señor insinúa que mi tía ingresó con intenciones de robar, pero con las cercas eléctricas y el portón cerrado, eso no tiene sentido”, sostuvo.
La familia también mencionó las inconsistencias en las versiones dadas por el propietario sobre su presencia en el lugar al momento del ataque. Mientras que en una declaración aseguró haber escuchado a los perros ladrar durante la madrugada, en otra versión afirmó no haber estado en el establecimiento en ese momento.
Con recursos limitados, la familia de Juliana tuvo que recurrir a la solidaridad de amigos y vecinos, quienes sorteos y otras actividades solidarias para recaudar fondos que permitan cubrir los gastos médicos y de alimentación, ya que la víctima continúa en Terapia Intensiva y requiere de cuidados especiales. “Gracias a Dios, tengo el apoyo de mucha gente, que me está ayudando poco a poco. Mi tía sigue necesitando leche y pañales, ya que se le alimenta por sonda”, expresó Monzón.