¿Cómo manejar el estrés en fin de año?
- El estrés de fin de año se convertió en una preocupación creciente debido a la presión social y las altas expectativas que se generan durante las festividades.
- La psicóloga clínica Fanny Alonso explicó cómo este período puede desencadenar efectos negativos en la salud física y emocional, desde el insomnio hasta trastornos digestivos.
- En este contexto, Alonso enfatizó en la importancia de reconocer los factores de estrés y aprender a gestionarlos adecuadamente para evitar problemas a largo plazo.
El fin de año es una etapa caracterizada por celebraciones, compromisos y un ritmo de vida acelerado que, muchas veces, puede desencadenar altos niveles de estrés. Al respecto, conversó con el programa Hablando Claro emitido Radio América 95.3 FM, la psicóloga clínica Fanny Alonso desde la perspectiva de la salud mental, destacando la importancia de reconocer los factores que nos afectan emocionalmente y cómo gestionarlos.
El estrés de fin de año, según Alonso, surge en parte por la presión social y el consumismo que marcan las festividades. Muchas personas sienten la obligación de cumplir con expectativas altas, como tener ropa nueva, decorar la casa o preparar grandes cenas. Esto, combinado con las responsabilidades cotidianas, genera un cúmulo de tensiones que pueden impactar la salud física y mental. La especialista sugiere no enfocarse en lo que no se puede controlar, sino valorar los logros alcanzados y adaptarse a las posibilidades de cada uno, evitando caer en comparaciones.
“Nos tiene que llevar a pensar qué me está pasando y frenar, tenemos que aprender a frenar. De que analicemos, estamos despiertos, tenemos un trabajo, no nos falta comida en la mesa, esas son cosas maravillosas que muchos no están teniendo. Entonces nos tiene que motivar a dar gracias, a dar gracias por esta vida, por lo que tenemos, un trabajo y no estar a la expectativa del consumismo, eso es lo que pasa en este tiempo”, manifestó la licenciada.
La psicóloga advirtió sobre los peligros del estrés crónico, el cual puede derivar en problemas físicos como hipertensión, trastornos digestivos, diabetes emocional y ansiedad generalizada. Estas manifestaciones físicas, señala, muchas veces tienen un origen psicológico que no se identifica ni se trata adecuadamente. Por eso, es fundamental aprender a identificar los síntomas de estrés, como el insomnio, la irritabilidad y la falta de control emocional, y buscar apoyo profesional cuando sea necesario.
“A eso es lo que no tenemos que llegar porque va a haber situaciones que se presentan y en ese momento causa estrés, pero después tiene que pasar, pero hay personas que ese estrés que han tenido por una situación específica lo lleva todo el tiempo, está rumiando sobre eso, entonces eso aumenta y ahí empiezan los problemas físicos como la diabetes, como tener una ansiedad generalizada que también es psicológico, entonces va ya físico y psicológico, entonces ahí es verdad, hay cosas que vamos a poder solucionar en la vida y otras no, y no podemos nosotros enfocarnos en lo que no podemos”, enfatizó.
Otra de las recomendaciones es realizar una pausa consciente en medio del caos de las festividades. Alonso sugirió actividades como caminar, practicar ejercicios de respiración o simplemente detenerse para reflexionar y agradecer por lo que se tiene. Este enfoque ayuda a mantener un equilibrio emocional y disfrutar de la Navidad y el Año Nuevo sin poner en riesgo la salud.
Asimismo, la psicóloga reflexionó sobre el significado original de la Navidad, que es una celebración de humildad y renovación personal. Alonso invita a valorar este tiempo como una oportunidad para cambiar actitudes y fortalecer las relaciones, alejándose de la presión por aparentar o cumplir con estándares materialistas.
El fin de año también trae consigo un análisis de lo vivido, lo que puede generar tristeza al recordar pérdidas o situaciones difíciles. Sin embargo, es importante manejar estas emociones de manera saludable para evitar que se conviertan en ansiedad o trastornos más graves.
“Hacemos un análisis de todo lo que hemos vivido, ¿verdad? Hay parientes, personas cercanas a nosotros que han muerto, que están con enfermedades, entonces eso hace que bajemos todos nuestros decibeles y que estemos en un momento triste. Siempre se habla, hay una música luego, de que habla de la tristeza en la Navidad, y en ese momento nos ponemos tristes, y ese es un pico de estrés que hace la persona. Las vacaciones también generan estrés”, señaló la profesional.
Finalmente, la especialista recuerda que incluso eventos positivos, como las vacaciones o el nacimiento de un bebé, pueden ser fuentes de estrés, por lo que es clave desarrollar herramientas para gestionar estos momentos con calma y resiliencia.