Junta Municipal preocupada por vertido de agua tratada del Gran Hospital al río Tebicuarymi
- La descarga de agua tratada del Gran Hospital de Coronel Oviedo al río Tebicuarymi genera preocupación en cuatro ciudades que dependen de este cauce hídrico.
- El jefe de gabinete Edgar Bernal señaló que el Ministerio de Salud es el responsable del proyecto y su socialización y no la comuna ovetense.
- El concejal Armando Riveros denunció que no se cumplió con la Ley Orgánica Municipal, que otorga a la Municipalidad atribuciones para supervisar obras de impacto ambiental en su territorio.
Coronel Oviedo enfrenta un intenso debate tras revelarse que el agua residual tratada del Gran Hospital de Coronel Oviedo será vertida al río Tebicuarymi, principal fuente de suministro para la ESSAP en cuatro ciudades: Coronel Oviedo, Villarrica, Mbocayaty y Yataity del Guairá.
La falta de socialización de este proyecto, ejecutado por una empresa española con un contrato de solo seis meses con el Ministerio de Salud, generó alarma, especialmente en la Junta Municipal y la comunidad de las cuatro ciudades afectadas, por el futuro del tratamiento y el impacto ambiental en el cauce hídrico.
Edgar Bernal, jefe de Gabinete de la Municipalidad de Coronel Oviedo, explicó que la Municipalidad participó en el proceso de socialización liderado por el Ministerio de Salud, responsable de la obra. Según Bernal, “el resultado del tratamiento no es agua servida, sino agua tratada y cristalina”. Sin embargo, admitió que la comunicación con la Junta Municipal y los ciudadanos fue insuficiente.
Bernal señaló que la obra se ejecutó mediante la Resolución 2878/2022, donde se incluyó la exoneración de aranceles de construcción. Sin embargo, sostuvo que la autorización y control ambiental corresponden al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES). “El municipio tiene copias del informe técnico y la autorización del MADES, disponibles para quienes las requieran”, afirmó.
Por otro lado, Armando Riveros, concejal municipal, cuestionó la falta de información y transparencia. Según Riveros, “la Ley Orgánica Municipal, en su artículo 235, establece que cualquier obra dentro del distrito debe cumplir con las ordenanzas locales y comunicar a las autoridades”. Criticó que el cambio de ubicación del vertido al Tebicuarymi, decidido este año, no fue comunicado oportunamente.
El ducto que conectará el hospital con el río generó preocupación entre los vecinos, quienes temen por la fauna ictícola y la calidad del agua. Aunque las autoridades aseguran que el agua vertida será tratada, el corto plazo del contrato con la empresa encargada plantea dudas sobre quién asumirá la gestión a futuro.
“No podemos permitir que el Tebicuarymi, que abastece a miles de ciudadanos, sufra daños irreparables”, enfatizó Riveros sobre la necesidad de proteger el río como fuente de agua dulce.
