Diputados realizan viaje privado a EE.UU. para “observar” elecciones en medio de polémica por gastos
- Una delegación de diputados paraguayos viajó a Estados Unidos para observar las elecciones en un tour privado que incluye cruceros y estadía de lujo en Washington D.C.
- La polémica se centra en el financiamiento del viaje, ya que se sospecha que podría haber sido costeado parcialmente por la Cámara de Diputados, a pesar de que el Gobierno de EE.UU. no emitió ninguna invitación oficial.
- Diputados del sector cartista, entre ellos Orlando Arévalo y Rocío Abed, se encuentran en EE.UU. participando del “VIP Election Tour”, un paquete que incluye eventos de lujo y visitas turísticas.
Una comitiva de diputados paraguayos se encuentra en Estados Unidos en un polémico viaje que, según informaciones, sería para “observar” las elecciones presidenciales de ese país. Sin embargo, el viaje carece de invitación oficial del Gobierno norteamericano, lo que levanta cuestionamientos sobre su financiamiento y propósito real.
El paquete, denominado “VIP Election Tour”, incluye un exclusivo crucero por el río Potomac con un brunch de lujo y estadía en un hotel céntrico en Washington D.C. Entre los parlamentarios que habrían contratado el paquete se encuentran los diputados Orlando Arévalo, Rocío Abed, Rodrigo Gamarra, Cristina Villalba y Virina Villanueva, todos vinculados al sector cartista.
Las dudas en torno a quién financia el viaje han generado indignación, ya que, según fuentes, podría haberse realizado con fondos de la Cámara de Diputados. La falta de respuesta oficial por parte del titular de la Cámara, Raúl Latorre, ha incrementado la polémica. Los legisladores gozan de beneficios adicionales, como seguro médico VIP y vales de combustible, que ya habían suscitado críticas.
Algunos diputados, como Rodrigo Gamarra, afirmaron que el viaje fue pagado “de su bolsillo”. En declaraciones a Radio Ñandutí, Gamarra indicó que había reservado con antelación y que el propósito de su visita era “conocer el sistema electoral estadounidense en profundidad”. A pesar de estas justificaciones, el hecho de que Estados Unidos no emita acreditaciones de observación electoral genera serias dudas sobre la oficialidad de su estatus como “observadores”.