Gabriela Riquelme rompe el silencio: Un testimonio de violencia y abuso en Coronel Oviedo
- Gabriela Riquelme, en una valiente entrevista exclusiva con OviedoPress Multimedios expuso el infierno de violencia física y psicológica que sufrió durante más de 18 años de relación con Rodi de Jesús González Torres.
- El conocido abogado y docente universitario en Coronel Oviedo violó recientemente la orden de alejamiento emitida por la justicia.
- La víctima relató episodios desgarradores de agresiones y amenazas, incluidos intentos de violación y violencia frente a sus hijos.
Gabriela Riquelme decidió alzar su voz y compartir su dolorosa historia con la comunidad ovetense, revelando los abusos sufridos durante y después de su relación con Rodi de Jesús González Torres. Este relato fue presentado en una entrevista exclusiva con OviedoPress Multimedios, donde Riquelme expuso detalles alarmantes de su experiencia con su expareja, un conocido abogado y docente universitario, además de hermano del exintendente municipal de Coronel Oviedo.
“Decidí hablar porque ya son muchos años de aguantar no solo violencia psicológica sino también violencia física, amenazas y vivir bajo presión todo el tiempo”, expresó Gabriela, quien vivió con González Torres durante más de 18 años antes de terminar la relación hace aproximadamente dos años y medio.
La decisión de separarse fue motivada por el miedo a perder la vida de su hijo, quien estaba en su vientre durante uno de los episodios más violentos. “Por las noches llegaba ebrio y me golpeaba, casi ocasionando la muerte de mi bebé dentro de mi vientre”, refirió.
Un infierno tras la separación
La separación no trajo la paz que Gabriela buscaba. “Fue una pesadilla despierta”, comentó, relatando cómo tuvo que enfrentar el nacimiento de su hijo prácticamente sola y continuó siendo víctima de violencia incluso mientras amamantaba a su bebé recién nacido. “Recibía golpes, insultos, mucha violencia de todo tipo frente a mi hija y con mi bebé pequeñito en brazos”, recordó la mujer.
Gabriela describió cómo la manipulación y las amenazas continuaron, pese a la ruptura. “Hubo oportunidades en donde estábamos acostados mis hijos y yo, y él pasaba la muralla en estado de ebriedad a la madrugada. Tenía que abrirle la puerta o si no, no me daba plata para los niños”, detalló Riquelme.
La situación llevó a Gabriela a un estado de depresión postparto que la obligó a buscar ayuda psicológica en el hospital, donde quedaron registrados los rastros de violencia que sufrió.
Testigos y amenazas constantes
Los hijos de Gabriela fueron testigos de muchos de estos abusos. “Mi hija presenció prácticamente todos los episodios violentos y mi bebé se llevaba la peor parte cuando estaba en mi vientre y posterior a eso”, relató.
A pesar de las numerosas amenazas y la manipulación constante, Gabriela intentó proteger a sus hijos, evitando traumas adicionales. “No salía a firmar ningún acto ni salía a hablar con los policías porque tenía el temor de que mi hija mayor viera a su papá esposado”, expresó.
Violaciones de la orden de alejamiento
La justicia impuso una orden de alejamiento contra González Torres, pero esto no detuvo sus intentos de intimidar a Gabriela. “Tuve que poner en alquiler mi casa para tener un ingreso más para mis hijos, pero él comenzó a amedrentarme estacionando vehículos en la entrada de mi casa con chapas clonadas”, explicó.
Además, Gabriela sospecha que González Torres pretende apropiarse de su vivienda familiar, una propiedad que pertenecía a su abuelo.
Manipulación y Riesgo Constante
Gabriela también narró cómo González Torres manipuló documentos y utilizó vehículos irregulares para mantenerla en una situación de dependencia y miedo. “Supuestamente me había regalado un vehículo, pero resultó ser un vehículo irregular con documentos clonados”, detalló. A pesar de ser abogada, Gabriela confiaba en su pareja y nunca imaginó que la pondría en tal riesgo.
Gabriela concluyó su testimonio con un llamado de auxilio y una advertencia sobre la manipulación continua de González Torres, especialmente en relación con su hija mayor. “Él le dijo a mi hija que yo la maltrato, que yo la abandono, y la manipula dándole toda la libertad al mundo”, señaló.
Hasta hoy día, Gabriela vive en zozobra, temiendo por la seguridad de sus hijos y la suya propia, mientras González Torres continúa violando la orden de alejamiento y manipulando su entorno.