Nakayama afirma que subasta de sillones viejos no es blanqueo y pedirá investigar compra irregular

• Explicó que muchos de los bienes “desaparecen” tras el final de cada periodo parlamentario, pero que muchos excongresistas tendrían interés de adquirir los mobiliarios.
• Cuestionó la millonaria inversión asegurando que los anteriores sillones tenían más de 20 años y los que se adquirieron recientemente tendrán una vida útil de un solo periodo (5 años aproximadamente).
• La inversión fue de más de G. 1000 millones por asientos con un costo de G. 5.733.031 por cada uno.

Casi G. 1.267 millones fue la inversión total por la compra de 221 sillones a G. 5.733.031 cada uno en el Congreso Nacional. Tras el escándalo que generó la millonaria adquisición por asientos que tendrán una vida útil par aun periodo parlamentario, el senador Eduardo Nakayama propuso al presidente del Poder Legislativo Silvio Beto Ovelar la subasta de los viejos sillones.

“Resulta que todos sabemos que la decisión de adquirir nuevos sillones y computadores de forma absolutamente innecesaria, porque todos los sillones y computadoras funcionaban perfectamente”, opinó Nakayama en contacto con el programa Hablando Claro emitido por Radio Mundo Sol.

La adquisición se realizó de una manera inconsulta, rápida y poco transparente afirmó el legislador de la oposición, asegurando que él y otros colegas se enteraron de esta situación a través de publicaciones de la prensa.

Manifestó que en una conversación que mantuvo en la mañana de ayer con su colega cartista Silvio Beto Ovelar, le propuso para paliar el impacto negativo que ha tenido dicha adquisición se lleve a subasta por quienes puedan mostrar interés. “En un primer término abierto al público y si no se adquiere todo el lote completo a otro grupo más restringido que pueda ofertar para quedarse con algunos de ellos por motivo histórico o lo que fuese. La mayoría de los muebles, útiles y demás dentro de una contabilidad llegan a tener valor cero en inventario. Pero que tenga valor cero, no quiere decir que no valga nada”, apuntó Nakayama.

Expresó que a esto se le puede sumar el valor histórico. Tras el anuncio, algunos exparlamentarios mostraron interés en la compra de los mobiliarios. “Si se llegara a recuperar en parte el dinero que se ha destinado a esto, creo que sería muy interesante para que se pueda beneficiar a la ciudadanía con parte de lo que se pueda vender”, refirió el entrevistado. Según Ovelar, todos lo recaudado será destinado al Ministerio de Educación y Ciencias.

No obstante, Nakayama apuntó que la subasta es absolutamente paralela e independiente a la investigación que se debe llevar adelante sobre la adquisición de estos bienes. “De ninguna manera aquí, al menos de mi parte, va a estar apañar un proceso irregular que se hizo. Creo que ya hay denuncias sobre esto, y hay que llegar al fondo de la cuestión y deslindar responsabilidades”, indicó.

Enfatizó en esta situación, asegurando que la propuesta no tiene como intensión interrumpir la investigación de modo a “blanquear” al presidente del Congreso. “Es buscar de alguna manera, en mi experiencia como administrador en otras instituciones privadas, empresas, tratar de salvar el dinero de la gente, cómo se ha invertido eso. Rescatar parte del dinero y destinarlo, invertirlo en aquellas áreas que se están necesitando”, sostuvo.

En ese sentido, explicó que la subasta es un recurso que se utiliza dentro de las empresas privadas para recuperar ciertos gastos y que, incluso, existen embajadas como la de estados unidos que cada cuatro o cinco años lleva a subasta de vehículos, electrodomésticos y muchas cosas porque hay mucha gente que va a comprar. Mencionó además, que esto podría replicarse para un proyecto de ley para mediante el cual se pueda hacer en otras dependencias del Estado.

Todo esto, teniendo en cuenta que muchos mobiliarios desaparecen tras los diversos periodos parlamentarios. “Qué pasa, muchos de los bienes que están inventariados desaparecen gestión tras gestión. Terminan los 5 años y algunos llevan sus mesas, sillas, cuadros y finalmente con el nuevo gobierno se empieza a comprar todo lo que falta”, refirió.

Acotó que muchos van a tener interés de tener los sillones debido a que son de muy buena calidad. “El que yo usaba por lo menos estaba en buenas condiciones, es grande, tiene el bordado. Si bien me enteré de que ya tenía 20 años el mío, funcionaba perfectamente. A mi modo de ver no había necesidad de cambiar eso y otras cosas como por ejemplo, el alfombrado de la sala de sesiones que, a mi modo de ver, se hubiese hecho una limpieza profunda y ya está”, acotó Eduardo.