Vaquería: Familiares de comerciante asesinado piden al JEM destitución del fiscal Gustavo Chamorro

  • La investigación del sonado caso de asesinato de Andrés Barrios Martínez (42), ocurrido en diciembre de 2022, tendría serias irregularidades que, denotarían un aparente mal desempeño de funciones por parte del fiscal de la causa.
  • Supuestos sicarios habrían asesinado al hombre, sin embargo, existirían serias inconsistencias e incongruencias en el testimonio de la única testigo del caso, su esposa Sonia Elizabeth Duré (45), quien habría cambiado de versión varias veces.
  • Califican subjetiva y deficiente la labor del fiscal Chamorro, quien se negaría a impulsar diligencias esclarecedoras. Familiares de la víctima recurrieron a la fiscal adjunta zonal, Gilda Villalba, quien tampoco habría atendido sus reclamos.
Gustavo Chamorro, agente fiscal en el distrito de Yhu || Archivo – OviedoPress

Una denuncia por supuesto mal desempeño en funciones, fue ingresada este lunes 18 de setiembre, contra el agente fiscal de la unidad penal N° 2 de Yhú, San Joaquín y Vaquería, Carlos Gustavo Chamorro, ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), teniendo como promotores a Lucio Barrios Alcaraz y Ramón Barrios Martínez, padre y hermano de Andrés Concepción Barrios Martínez (42), a través de su representante legal, la abogada Elizabeth Alcaraz. Andrés Concepción, resultó víctima de homicidio doloso en la noche del 18 de diciembre de 2022.

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La investigación fiscal a cargo de Chamorro, estaría plagada de serias inconsistencias e irregularidades, las que habrían ocasionado hasta la fecha un casi nulo avance procesal, sumado a que, el titular de las investigaciones se “cierra” totalmente a la versión brindada por la viuda del hombre asesinado, Sonia Elizabeth Duré (45), única testigo presencial del hecho, quien a su vez, a lo largo de las horas y meses posteriores al suceso, habría caído en incongruencias y contradicciones, al punto que, serian cinco las versiones que brindó ante los órganos de investigación, según la acusación formulada ante el JEM.

En su primer relato fáctico, la esposa del fallecido menciona que se encontraba durmiendo al lado de la víctima fatal en su dormitorio, en su cama con la luz apagada y de momento escucha un disparo de arma de fuego se levanta prender la luz y se encuentra con dos sujetos de sexo masculino, la misma sostiene que al prender la luz después de escuchar el disparo sale al pasillo, y  recién allí se encuentra con los supuestos autores. Resulta raro para los familiares de la víctima que, habiendo estado al lado de su marido, dormidos ambos, la mujer no haya recibido herida alguna, ni siquiera salpicaduras de sangre.

En otro relato, habría mencionado que, escuchó ruidos en la sala de su vivienda y que al levantarse, se encontró con dos hombres, quienes le dijeron que venían a “cobrarse una cuenta” a su marido, luego habrían ingresado al dormitorio, cumplieron con su cometido y se retiraron del lugar. La mujer nunca pudo dar características físicas o señas, que condujeran a los supuestos sicarios.

Entre las primeras diligencias ordenadas, existe una prueba de “parafina” que se le practicó a la viuda, Sonia Elizabeth Duré, la cual habría arrojado positivo a restos de pólvora en las manos de la mujer, prueba que, según refieren en su denuncia ante el JEM, no se habría considerado por parte del agente fiscal Chamorro, para cuanto menos, contrastar la versión brindada por la única testigo presencial, sobreviviente del crimen.

Resulta llamativo, como el fiscal Gustavo Chamorro no advirtió las varias ocasiones en las que Duré cambió de versión, sumado a la pruebas de criminalística que la dejan en situación comprometedora. El fiscal Gustavo Chamorro refleja claramente una actitud negativa en realizar diligencias para esclarecer el hecho, el padre y el hermano de la víctima han tratado de impulsar avances procesales, las cuales han sido vedadas por el agente fiscal, quién ni siquiera recibe las propuestas expuestas.

Otro punto de respaldo en el pedido de destitución al JEM, se basa en la solicitud de intervención o auditoría, requerida por los familiares del asesinado, a la fiscal adjunta del área 6, Departamento Caaguazú, abogada Gilda Villalba Tottil, misma que habría omitido totalmente dar seguimiento a la labor fiscal investigativa, por lo que, también les resulta llamativo el escaso interés de la Fiscalía Adjunta, en conocer el fondo de las diligencias procesales que se han dado, en la presente causa.

Los familiares de la víctima, aguardan que el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), se digne en hurgar en la tarea investigativa impulsada por el fiscal Gustavo Chamorro, la cual es tachada de deficitaria, parcialista, subjetiva y hasta incluso temeraria, dado que, a lo largo de los meses, transcurridos luego de perpetrado el crimen, las sospechas de trasfondos oscuros y venales, a diario se acrecientan en los familiares de la víctima y la comunidad de Pira Vera, Vaquería, localidad del Departamento de Caaguazú, donde ocurrió el crimen. 

Antecedentes del caso

El hombre recibió dos disparos de arma de fuego, en su cama, alrededor de las 22:45 horas, una de escopeta calibre 12 mm y otra de pistola 9 mm, que le desfiguraron el rostro y le produjeron la muerte, de manera instantánea, según consta en la carpeta de investigación fiscal, a cargo del agente, Carlos Gustavo Chamorro, titular de la Unidad Penal N° 2 de Yhú, Vaquería y San Joaquín.

La víctima fatal, de profesión comerciante, era conocida como una persona laboriosa, con varios emprendimientos productivos de cultivo, comercio y demás, por lo que era considerada un respetable integrante de la localidad de Pirá Verá.

De acuerdo a testimonios que han sido solicitados sean diligenciados a los organismos de investigación, existiría conocimiento en la comunidad, de que Andrés Concepción, víctima fatal, su esposa Sonia Elizabeth Duré y el hijo de la pareja, Jorge Andrés (24), sostenían permanentes diferencias de índole financiero, lo que motivó a que Jorge Andrés, se retire del domicilio familiar, por lo que el propio hijo de la víctima habría manifestado el deseo de acabar con la vida de Barrios Martínez.

Temen que, por la supuesta inacción o connivencia de los fiscales Gustavo Chamorro, el crimen pueda quedar impune, es más, teniendo elementos de convicción que apuntarían a que el trasfondo no sería un “ajuste de cuentas“, dado que la víctima no tenía diferencias o enemistades conocidas. Sin embargo, existiría conocimiento en la comunidad, de que la relación, padre, esposa e hijo, no era la más sana.

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