50 años de la muerte de Pablo Picasso, el genio que revolucionó la historia del arte
- Este sábado se cumplen 50 años de la muerte del artista español más importante del siglo xx.
- Pablo Ruiz Picasso fue uno de los grandes genios que revolucionó la historia del arte con actos y exposiciones que celebran su obra y su herencia artística.
- Cincuenta años después de su muerte, puede que se trate del artista español más universal y reconocible a nivel internacional.
Con 25 años había revolucionado el mundo del arte con un cuadro con nombre francés pero que hacía referencia a un burdel de Barcelona. Las señoritas de Aviñón o de la calle de Avinyó transformó el mundo del arte hasta el punto de ser considerada el inicio del arte moderno. Picasso eliminó forma y perspectivas para crear algo nunca antes visto. Ángulos rectos, miembros del cuerpo que parecen cortados a máquina, y caras que van desde lo animalesco a las máscaras africanas pasando por el arte íbero de la península. Las cinco prostitutas de aspecto primitivo pintadas en 1907, sugerían el cubismo que desarrolló años más tarde. Cincuenta años después de su muerte, puede que se trate del artista español más universal y reconocible a nivel internacional. Tampoco hay muchos otros artistas a los que se les pueda considerar padres de un estilo determinado como a Picasso con el cubismo, aunque no fuera el único progenitor de una de las corrientes más influyentes del siglo pasado.
Desde niño demostró ser un superdotado para el dibujo, don que se vio reforzado por la profesión de su padre, artista y profesor de dibujo. Los relatos sobre su infancia describen a un niño dibujando de forma casi compulsiva y que a los ocho año pintó su primer cuadro al óleo, El picador amarillo, una corrida de toros de su málaga natal. Con su padre como primer profesor, Picasso va quemando etapas formativas de forma vertiginosa.
Casi cuarenta años más tarde de aquella primera corrida, Picasso ya convertido en el artista más importante del mundo pinta otro toro, el más reconocido de la historia del arte, que mira al espectador en medio de un caos de cuerpos destrozados, y mujeres desoladas por la destrucción de la guerra. Por el camino habían pasado estilos y etapas azul, negra, surrealismo… Pero será el cubismo su legado más duradero con una paternidad compartida con Georges Braque. Este nuevo estilo pretendía representar la realidad desde diferentes perspectivas simultáneas, superponiendo y fragmentando las formas para crear una imagen más completa y dinámica. Así, en la imagen de una cara un ojo podía estar pintado visto desde un perfil, la nariz vista desde el otro y la boca vista de frente.
Junto al cubismo será el Guernica la gran herencia de Picasso, un inmenso cuadro en todos los sentidos que se ha convertido en un símbolo del terror de las guerras. La ausencia de detalles concretos del bombardeo permite que cualquier persona, cualquier injusticia, cualquier episodio doloroso encuentre su reflejo en la obra picassiana. “La eternidad del sufrimiento” de la que habló el historiador de arte alemán Ingo F. Walther. “Es un jeroglífico convertido en icono” señaló el crítico de arte Fernando Castro. Hace unos años se viralizó un bulo por whatsapp y redes sociales, plagado de errores, que aseguraba que el Guernica era un homenaje al torero Sánchez Mejías. La ausencia de referencias explícitas y la negativa del autor a explicar el significado ha dado pie a un sinfín de teorías.
El artista se había mostrado en contra de encontrarle un sentido a cualquier elemento de una obra artística: “En todos los objetos y acciones se quiere encontrar un sentido. Es una enfermedad de nuestro tiempo que, a pesar de hacer él mismo muchas cosas sin sentido, sin embargo, se cree más sensato que cualquier otro tiempo”.
Pero la obra tuvo un fin muy concreto, apoyar al gobierno de la Segunda República. Desde el golpe de Estado de julio de 1936, que dio inicio a la Guerra Civil, la República se encontraba en una situación desesperada al no poder conseguir armamento y aviones de otros gobiernos democráticos como el francés y el británico. Los pactos de no intervención habían suspendido el comercio con la República y el presidente del Gobierno, el socialista Francisco Largo Caballero, había nombrado embajador en París a Luis Araquistáin, con el objetivo principal de revertir esta asfixia comercial. Por lo que la Exposición Internacional de París de 1937 se presentó como un escaparate idóneo para mostrar las necesidades del gobierno republicano, y a comienzos de ese año, Picasso recibió el encargo de pintar un gran mural para el pabellón.
El Gobierno de la República pagó 200.000 marcos por esta y otras obras que serían expuestas en el pabellón. En ocasiones, se ha insistido en la abultada suma económica para tratar de restar un verdadero compromiso político del artista, que indudablemente tenía con la República y contra Franco, que expresó en varias ocasiones con palabras y con hechos. En aquel momento, el malagueño era el pintor más importante del mundo y no aceptaba encargos. Las mismas fuentes que mencionan 200.000 francos, señalan las reticencias del artista a cobrar el trabajo. Además, para la exposición, Picasso también realizó una gran tirada de los grabados ‘Sueño y mentira de Franco’, en las que se caricaturizaba al militar y destinada a recaudar fondos para el Gobierno.
Picasso murió en 1973 y el Guernica no regresó a España hasta el año 1981, el pintor había ordenado que el cuadro no volviera al país hasta que no se hubieran recuperado las libertades democráticas.