Nadia relata que estuvo al borde de la muerte
- Ferreira habló de la cicatriz que tiene en el cuello.
- Le dieron 1 año de vida, pero se recuperó y es una reina.
- Contó que la lleva desde los 8 meses, luego de someterse a una cirugía que le salvó la vida.
“Nací con tortícolis congénita, que es el tendón y el músculo corto, fue una situación bastante difícil para mi mamá. Le habían dado la opción de operarme a los 8 meses, le dijeron que iba a tener consecuencias y la otra opción era que yo viva hasta los 1 años 6 meses, porque no iba a crecer, mi cuerpo no lo iba a soportar”, relató.
Recordó que su madre tomó la arriesgada determinación de someterla a la cirugía y salvar así su vida.
“Finalmente decidieron operarme y aquí estoy, sin consecuencias”, contó. “Creo que sin dudas soy una bendición para mi mamá, pasamos por situaciones bastante difíciles, me considero un milagro de Dios porque aquí estoy viva, sana”, insistió.
“A mi papá lo conozco, lo quiero muchísimo, compartí bastante con él de chica, él es de una ciudad fronteriza, entonces yo me iba a visitarlo los fines de semana, pero crecí y tuve la educación de mi mamá, mi mamá salía a trabajar y mi hermana se quedaba a cuidarme”, reveló.
“Mi mamá es la persona más importante en mi vida, es mi pilar, es la persona que me acompaña, es mi mejor amiga, la persona que me escucha, que me da consejos, que me acompaña, que me alienta a seguir adelante”, finalizó.
“Soy un milagro” Nadia cree que su vida es un milagro de Dios y una bendición para su madre, luego de recuperarse de dos enfermedades graves. “Yo a mí misma me decía que iba a estar bien, que iba a lograr cosas importantes para mi familia, para que mi mamá se sienta feliz y no diga “Ay esta niña que me vino con muchos problemas”, manifestó. A la modelo le diagnosticaron a los 10 años síndrome de susac, una enfermedad neurológica que le produjo ceguera temporal.
