La historia del peluquero sin pierna que ya tiene su propio instituto
- El sueño de Elvio siempre fue ser peluquero como su papá.
- Desde chico sufrió discriminación, pero aún así salió adelante y ya tiene su propio instituto.
- Desde muy pequeño comenzó a practicar con perritos, gatitos y vecinitos de su natal San Juan Nepomuceno, de Caazapá.
Cuando cumplió 12 años, enfermó de poliomielitis y le amputaron la pierna izquierda; sufrió discriminación, pero aún así luchó y se capacitó para ser el mejor peluquero de la zona. A sus 52 años, Elvio Dávalos logró lo que tanto anhelaba, tiene su propia peluquería en donde trabaja normalmente con sus muletas, y también abrió un instituto en donde enseña sus técnicas a los chicos del barrio.
“Siempre le miraba a mi papá como hacía su trabajo, me gustaba mucho. No me quería prestar su herramienta y cuando no estaba y se iba a la chacra yo hacía cortes a escondidas. A veces encontraba pelos debajo del árbol y me retaba mucho”, recordó Elvio.
Se casó a los 33 años, pero su esposa perdió la vida 9 años después, a causa de un tumor cerebral. “Cuando mi hijo tenía 3 años y medio, ella falleció; le llevé a Buenos Aires para su tratamiento pero no hubo caso”, expresó el peluquero.
“El 24 de diciembre se cumplieron 10 años de su muerte, en víspera de Navidad , cambió la alegría de la fecha porque el 1 de enero era su cumpleaños, y nosotros siempre festejamos la Navidad juntos y en Año Nuevo era doble fiesta”, lamentó.
Su hijo tiene 13 años, y también quiere seguir los pasos de su padre, por esa razón, de tanto en tanto hace unas pasadas por la peluquería de Elvio para aprender. Ahora, su prioridad es terminar el colegio y estudiar peluquería como papá.
Elvio dijo que quiere seguir progresando y por esa razón, su otra meta es abrir varias sucursales. A su cargo no solamente tiene a su hijo, también vive con él su anciana madre quien fue el pilar de la familia Dávalos.