Los gobernantes de turnos son los verdugos de los productores del campo
- De nuevo, esta mañana, los productores frutihortícolas tuvieron que salir a presionar para recibir lo que les corresponde y les son negados por los gobernantes, específicamente por el gobierno departamental encabezado por Alejo Ríos Medina, gobernador del Caaguazú.
Por: Cristian Bianciotto
@CrisBianSan
Desde que ocurrió el gran temporal y la granizada, que destruyó gran parte de los cultivos, los productores de manera organizada y formal solicitaron la ayuda al gobierno departamental, que cuenta con una secretaría de Agricultura a cargo de Carlos Benítez, cuñado del gobernador. Sin embargo, no hay respuestas con soluciones, y las que hubo fueron promesas vacías que terminaron siendo incumplidas, mientras los trabajadores del campo sufren las consecuencias.
En Paraguay, se ha reducido considerablemente la relación numérica entre la población urbana y la rural. Los datos del Instituto Nacional de Estadísticas indican que la población rural se ha reducido al 37.5 % mientras que la urbana aumentó, de manera exponencial, al 62.5%.
No es que la ciudad brinde oportunidades, es que el campo fue y es desatendido todo el tiempo por los gobiernos de turno, y así los del campo migran a la ciudad creando una gran franja de pobreza que se traduce en inseguridad y en asentamientos donde sus habitantes no tienen futuro y, en muchas ocasiones, están incentivados por los propios políticos porque son considerados caudal electoral.
La municipalidad de Coronel Oviedo tiene una Dirección de Agricultura que es nominal, no se conoce ninguna gestión realizada que favorezca a los productores. La Junta Municipal no cuenta con una Comisión que atienda los asuntos del campo y así, se demuestra el nulo interés en quienes labran la tierra, que a veces reciben visita de sus autoridades, en época electoral, para pedir voto y así lograr mantenerse en sus posiciones de privilegios.
Los productores tienen un pedido concreto que no es incumplible para la Gobernación del Caaguazú: 114 hectáreas de rastroneada, 5 bolsas de cal para cada productor y 2.300 metros de caño para que sus cultivos reciban agua, por un sistema de riego.
De ese pedido se esconde Alejo Ríos y su cuñado, Carlos Benítez, quien condicionó la asistencia de la gobernación a “después del día de voto” del cual transcurrieron casi cuarenta días y hasta ahora no se tiene respuesta.
Pero el problema no se circunscribe al gobierno local ni regional. Desde el gobierno Central, el Ministerio de Agricultura, también hace caso omiso a la problemática y desoye los pedidos, pedidos que no son necesarios si las instituciones funcionaran y lo cumplieran por motus propio cuando la situación es evidente a la vista de todos.
El año pasado anunciaban con bombos y platillos la puesta en funcionamiento del proyecto CERCA que tendría que haber funcionado en el local del Mercaaguazú. Los 9 millones de dólares que iban a ser destinados en el proyecto no están y no se sabe dónde fueron a parar.
“No hay nada más lejos que Cerca”, nos decía el propio ministro de Desarrollo Social, Mario Varela, en un juego de palabras, lamentando que el Ministerio de Agricultura haya dejado sin efecto el gran proyecto que sonaba y parecía esperanzador para la comercialización de los productos de los agricultores.
“La esperanza está en el campo”, es una frase remanente, pero no hemos escuchado ninguna propuesta de candidatos a intendente y concejales que demuestren el interés verdadero en quienes producen para el país.
Al final, son el problema, son los verdugos de quienes de alguna forma mantienen la economía formal del país, pero que tal vez no produzca tantos dividendos para los interesados políticos, comparando con los producidos por el contrabando.