Eladio González admite ineficencia en el caso Matadería Municipal
- Dijo que la falta de pago de facturas se debió a un “olvido” de su administrador.
- En un intento de desligarse del problema dijo que es “una herencia de la administración anterior”.
La Municipalidad de Coronel Oviedo se atrasó tres meses en el pago de la factura de luz de la Matadería Municipal lo que derivó en el corte del servicio de provisión de energía, por parte de la ANDE el pasado lunes, según denunció el propio capataz del predio municipal.
En la mañana de este miércoles el intendente municipal Eladio González admitió ineficencia de su administración al no prever el pago de la factura de luz y dijo que finalmente ya fueron pagadas las deudas pendientes sin poder afirmar que el servicio se haya repuesto en el lugar donde se faenan reses vacunas que luego son comercializadas en Coronel Oviedo.
Conforme a la denuncia hecha por parte de los carniceros ante los medios de comunicación, omitiendo brindar sus identidades por temor a represalias, fueron informados por el capataz de la matadería municipal, que el corte en el suministro de energía eléctrica se produjo en horas de la tarde de este lunes por parte de operarios de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), y que la comuna incurrió en atraso debido a un “olvido” de parte de la administración municipal Eladio González.
En un intento de justificar la ineficencia que admitió al principio, Eladio González dijo que el problema fue heredado de administraciones anteriores, refiriéndose a la falta de pago de facturas de ANDE de tres meses anteriores, sin embargo la actual administración ya cumplió un año.
La historia me absolverá
Parafraseando al extinto dictador cubano Fidel Castro, Eladio González dijo “La historia me absolverá” al ser consultado sobre cómo ve el reclamo de la ciudadanía ante las seguidillas de desprolijidades cometidas en su administración.
El intendente ovetense, en apenas un año de gobierno, fue cuestionado por la falta de transparencia en el manejo de las recaudaciones de la terminal de ómnibus, asimismo como las del mercado municipal.
Otra de las crisis institucionales que no supo sortear fue la compra de “uniformes de oro” cuando pagó más de G. 3.000.000 por cada uniforme proveido a agentes de tránsito y que finalmente se vio obligado a anular el proceso de compra.