Organizan maratón para madre e hija enfermas de CoVid
- Familiares y amigos de Arminda González y Edelira Barreto, internadas por Covid-19, apelan a la solidaridad ciudadana para solventar los gastos médicos que requieren.
- Doña Arminda se encuentra internada en UTI y Edelira en espera de una cama de terapia intensiva.
- Quienes deseen brindar una mano, pueden contactarse con Araceli Barreto al (0976) 424-708 y con Ana Barreto al (0971) 420-536. Se hallan igualmente habilitadas cuentas bancarias para depósitos.
Arminda González se encuentra internada en terapia intensiva, y Edelira Barreto, internada en espera de una cama UTI, ambas por Covid.
Debido a los costosos tratamientos a los que están sometidas, madre e hija, sus familiares apelan a la solidaridad de la ciudadanía para cubrir los gastos médicos que requieren.
Para donar a favor de Arminda González y Edelira Barreto se encuentra habilitada una cuenta corriente en el Banco Continental con el siguiente numero; 07-30665-09 a nombre de Ana Elizabeth Barreto González con C.I N° 1.817.375, también una cuenta corriente en Visión Banco, con número; 16850819, a nombre de Eliana Moreno Barreto C.I N° 4.710.1754.
Así también, disponen de líneas telefónicas para realizar giros, (0976) 424-708, (0971) 420-536, para giros personal.
Son entre dos a tres millones de guaraníes por día, los que deben de cubrir los familiares para buscar garantizar un día más de vida a doña Arminda, y el mismo monto para garantizar la de Edelira, por lo que el aspecto de la salud emocional y la fortaleza espiritual, juegan un rol determinante en cada una de ellas y sus familias.
Arminda González y Edelira Barreto, vienen siendo madre y hermana del extinto empresario ovetense, César Barreto González, quien falleciera hace unos años en la ciudad de Coronel Oviedo, fue propietario de Ypoa Representaciones, emprendimiento dedicado al rubro sanitario. Incursionó igualmente en el rubro de recolección y disposición final de residuos sólidos, entre otros.
A diario los familiares de estos pacientes con cuadros graves deben lidiar con las necesidades y limitaciones propias del desarraigo, la estadía en ciudades ajenas a las suyas, sumado a la millonaria erogación económica diaria, como consecuencia de la falta de medicamentos, que el sistema de salud público nacional, no supo garantizar.