El Contrato Sigue sin Cumplirse
- El 2 de febrero de 1989, alrededor de las 20:00 horas comenzaban las operaciones para despojar del poder al gobierno dictatorial del Gral. Alfredo Stroessner, fue un reseteo de la historia de un país que ya no soportaba los atropellos y abusos de los gobernantes de turno.
- En su momento parecía un nuevo contrato entre todos los actores de la sociedad que incluye ciudadanía, organizaciones y políticos, pero hoy podemos concluir que todo se limitó a las libertades públicas que si bien tiene su valor, no es suficiente para una vida democrática, es lo que se desprende del análisis que hace el senador por el Frente Guazú, Jorge Querey.
“En estos momentos estamos ante un escenario cuasi similar de aquel tiempo, un gobierno marcado por la corrupción, un presidente desorientado y absorbido por una fuerza oscura pero claramente identificable, un país donde la institucionalidad es avasallada por un sector del partido de gobierno que sin dudas aún sienten añoranzas por los que cayeron en aquel febrero del ’89”, sentenció el parlamentario.
Luego manifestó que en la historia reciente del Paraguay, es una fecha muy particular, “indudablemente estamos en una fecha paradigmática, el 2 de febrero y es significativamente vital para la evolución del Paraguay moderno, en este horario, hace 32 años comenzaban las operaciones para desalojar al dictador Alfredo Stroessner; en aquellos días sentíamos que había un acuerdo nacional implícito entre los políticos y la ciudadanía, dejar atrás la dictadura e instalar en estado democrático que signifique bienestar y felicidad para todos los ciudadanos de la República”.
Luego puso en resalto que el escenario actual es crítico, “este 2 de febrero de 2021 nos presenta un Paraguay desangrado por hechos de corrupción y azotado por la crisis institucional que don incapaces de cumplir su rol, componen el caso de los mecanismos de control, la fiscalía y todo el sistema Judicial. Estamos ante una crisis de la economía, hay déficit de vivienda, de tierra, de acceso al agua potable o a la energía eléctrica y más crítica aún en cuanto al acceso a un sistema de Salud”.
“Es inminente la ‘nueva’ toma de la bastilla, un símbolo de los nuevos tiempos está en ciernes y se va a consumar más temprano que tarde; esperamos que ese evento histórico signifique la Recuperación y fortalecimiento de las instituciones, evitando el derramamiento de sangre. Es necesario en forma urgente el cumplimiento de la totalidad de aquel acuerdo ‘firmado’ hace 32 años para lograr nuevos tiempos en el Paraguay, tiempos democráticos marcados por el bienestar y felicidad de todos los paraguayos”, finalizó.
