Carlos Pallarolas: “Para los que no entienden, métanse una manguera en la boca a ver cuánto aguantan”
- El neumólogo esteño Carlos Pallarolas despotricó duramente hacia las personas que siguen negando la crisis sanitaria y relajaron las medidas de prevención contra el coronavirus.
El doctor Carlos Pallarolas, neumólogo del Hospital Regional de Ciudad del Este, recordó que mucho antes de que Guillermo Sequera dijera que CDE se iba a convertir en la Wuhan del Paraguay ya se hablaba de esa posibilidad. “Nuestra situación es crítica y nos relajamos. No tenemos nada que farrear porque tenemos muchos fallecidos y vienen a los hospitales con sus pulmones destrozados, jóvenes en estado crítico”, agregó. Según informa el medio digital Hoy.com.py.
El médico rogó especialmente a los jóvenes dejar de reunirse para hacer sus rondas de tragos, y recomendó apostar por la tecnología para los encuentros virtuales. “Si tanto querés tomar, hacé videollamada por Zoom a tus amigos y tomá”, acotó.
Pallarolas indicó que la ciudadanía instaba al Gobierno a instalar camas de terapia y respiradores para atender los casos Covid-19, pero no se detuvo a pensar en la falta de profesional terapista capacitado para atender a los pacientes graves.
“Para atender a un paciente se requiere de muchas personas. En la terapia se usan bombas de infusión para sedar a las personas en estado crítico, de modo a que puedan tolerar un tubo en la boca. A las personas que no entienden, métanse una manguera en la boca a ver cuánto tiempo aguantan”, arremetió.
Además cuestionó duramente a las personas que no creen en la enfermedad y se preguntó qué gana él con advertir a la población sobre los peligros de la pandemia.
Por otra parte, Pallarolas expresó su admiración hacia los terapistas, quienes deben trabajar 12 horas para atender los casos graves. “Hay pocos terapistas y al haber mayor cantidad de pacientes, se requiere mayor disponibilidad de los colegas. Por eso llamamos a la conciencia”, añadió.
El médico dijo que es mejor lavarse las manos constantemente, usar tapabocas, apostar por el distanciamiento físico, antes que ingresar a una unidad de cuidados intensivos.