Hipertensión en Paraguay: una amenaza silenciosa que afecta al 38% de los adultos
- En Paraguay, la hipertensión afecta a más de un tercio de la población adulta y se posiciona como uno de los principales riesgos de enfermedades cardiovasculares.
- El Ministerio de Salud Pública alerta sobre el impacto del sedentarismo, la mala alimentación y el tabaquismo en el aumento de esta condición.
- Mantener un estilo de vida saludable desde edades tempranas es la mejor herramienta para prevenir y controlar la presión alta.

Cada 17 de mayo se recuerda el Día Mundial de la Hipertensión, una fecha clave para generar conciencia sobre la importancia de prevenir, detectar y tratar esta condición que, silenciosamente, se convierte en el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares. En Paraguay, los números preocupan: según la segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2022, realizada por el Ministerio de Salud Pública, el 38,5% de las personas entre 18 y 64 años sufre de hipertensión arterial.
Este padecimiento, definido como una presión sistólica superior a 140 mmHg y/o diastólica igual o mayor a 90 mmHg, ya afecta a más de 1.500 millones de personas en el mundo. En el caso paraguayo, la prevalencia se observa con mayor intensidad en hombres y en adultos mayores de 60 años, quienes representan el 80% de los casos.
Desde la cartera sanitaria explican que las principales causas están ligadas al estilo de vida moderno: “La mala alimentación, el sedentarismo, el consumo de tabaco y alcohol y el exceso de sal son factores determinantes”, señalaron. La hipertensión no solo daña silenciosamente al organismo, sino que incrementa significativamente el riesgo de sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares y fallas renales si no se detecta y controla a tiempo.
La buena noticia es que existen formas efectivas de prevenirla. El Ministerio de Salud Pública recomienda comenzar desde edades tempranas con hábitos saludables que incluyan una alimentación rica en frutas y verduras, actividad física regular, consumo adecuado de agua y reducción del consumo de sal. “Los estudios muestran que mantener un peso corporal saludable reduce entre un 100 y un 200% el riesgo de desarrollar hipertensión”, remarcaron.
El abandono del tabaquismo y el alcohol, junto con un buen manejo del estrés y una calidad de sueño adecuada, también forman parte de las medidas protectoras. “Estas estrategias deben aplicarse a lo largo de toda la vida. La prevención es el mejor tratamiento no farmacológico”, puntualizó el ente sanitario.
En un país donde casi cuatro de cada diez adultos viven con esta condición, el mensaje es claro: la hipertensión se puede prevenir, pero requiere un compromiso individual y colectivo con el bienestar y la salud cardiovascular.